El viernes pasado, un juez de Pernambuco había prohibido el desembarco de maíz transgénico argentino, por considerar que la ley aprobada a principios de abril pasado por la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (Ctnbio), referida a la autorización del uso de organismos genéticamente modificados en la alimentación animal, “era inconstitucional”, dijo a Infocampo Fernando Urbani, agregado agrícola de la Argentina en Brasil.
Anoticiados de esta situación, la Asociación Avícola de Pernambuco (Avipe) “hizo una presentación en contra del dictamen, y hoy un juez en segunda instancia hizo lugar a este pedido” de los avicultores brasileños, agregó el funcionario de la Embajada nacional.
Por este motivo, “podemos afirmar que el barco que mañana arribará a Brasil podrá descargar sin problemas”, enfatizó Urbani, antes de aclarar que este fallo favorable comprende a la totalidad de las 400 mil toneladas de maíz transgénico que se destinarán a la avicultura de la región de Pernambuco, un negocio de u$s 40 millones para los productores argentinos.
Es más, “la gente de la Avipe mantuvo conversaciones con nosotros y nos dijo que estaban muy confiados en que no habrá ningún problema más con el maíz argentino”, agregó el diplomático.
La autorización para la importación de esta cantidad del cereal argentino se sustentó en la necesidad de los productores avícolas de esa región brasileña de alimentar a sus animales, a partir de la importante retracción maicera que dejó la seca en el vecino país.
En Brasil, los cultivos transgénicos no tienen una reglamentación nacional. Año a año, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva autoriza por decreto la siembra y comercialización de soja genéticamente modificada para un período de 12 meses.
Pero, “seguramente y en breve el presidente de Brasil va a tener que liberar los cultivos transgénicos”, auguró Urbani.
Marianela Garbini
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