En el Gobierno son conscientes de que, por más que mejore el régimen de lluvias, el atraso histórico que arrastra la siembra de maíz ya significa un escenario con menor tonelaje para la cosecha 2023.
Por eso, este miércoles, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca publicó una resolución que establece una medida excepcional para las exportaciones de cereal.
“Otórgase una Prórroga Automática Excepcional de 180 días corridos, a las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) con vencimiento del período de embarque declarado, más la prórroga automática, durante los meses de diciembre 2022, enero y febrero 2023 para la mercadería comprendida en la partida arancelaria maíz en grano, contados a partir del fin de embarque más prórroga automática. El plazo surgido de lo anterior se constituirá en el nuevo plazo máximo de vigencia de la DJVE”, determina la resolución oficial.
Es una medida similar a la que se tomó hace algunas meses con las exportaciones de trigo, también ya descontando una producción que caerá con fuerza en la presente campaña.
PLAZOS
En tanto, la resolución aclara que esta prórroga automática no se podrá aplicar a DJVE que se presenten a partir de hoy, así como tampoco para las que se registren con plazo de vigencia de 30 días.
En el Gobierno entienden que las empresas exportadoras ya están en pleno conocimiento de la situación crítica que atraviesa la producción agrícola argentina a raíz de la sequía, “razón por la cual se considera que la medida excepcional que se adopta por la presente medida no debe serles de aplicación”.
LOS PRODUCTORES, TAMBIÉN
Un aspecto importante a tener en cuenta es que la medida, para evitar problemas entre los productores y los acopiadores o los exportadores, menciona que las mismas prórrogas regirán para aquellos que tenían que cumplir contratos de ventas del cereal.
“Los mismos motivos de fuerza mayor podrán ser alegados por los actores de la cadena en caso de incurrir en incumplimiento respecto de los exportadores, quienes deberán admitir dicha circunstancia”, subraya la normativa.
FUNDAMENTOS
La principal explicación a esta decisión es la importancia que tiene el maíz como insumo para la producción de alimentos en Argentina, principalmente para los sistemas de engorde bovino, porcino y aviar, y para los tambos.
Ante la menor oferta que se espera en la cosecha que comienza en marzo, el Gobierno quiere evitar que sufra el abastecimiento interno.
“En orden a las posibles derivaciones en el ámbito de la exportación de granos y subproductos, como consecuencia de la gran sequía que afecta a todo el territorio de la República Argentina, y siendo el maíz un producto que se ve altamente afectado por esta condición climática, resulta necesario adoptar medidas concretas a los fines de contener las consecuencias que pudieran ocasionar y sus implicancias en el escenario de la exportación agrícola”, indica la resolución en sus considerandos.
Según el análisis de la Subsecretaría de Agricultura de los últimos datos disponibles, “queda evidenciado que se espera una producción sustancialmente menor” y “en consecuencia, es necesario adoptar medidas concretas a los fines de minimizar las consecuencias”.
“Frente a la situación extraordinaria y excepcional se considera necesario fomentar el cuidado de todos los agentes intervinientes en la cadena de comercio de granos”, completa la dependencia que conduce Juan José Bahillo.