El lamento que hay entre los productores por los daños generados debido a la proliferación de chicharrita del maíz es cada vez más grande.
Más aún si se tiene en cuenta que los datos indican que, sin la aparición de esta plaga, lo más probable es que la cosecha 2023/24 hubiera terminado en un récord.
Al menos es lo que sucedió con la siembra: la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en su informe mensual nacional, asegura que la superficie implantada finalmente llegó a 8,9 millones de hectáreas, lo que configura la mayor de la que se tenga registro.
Así lo detectó al relevar imágenes satelitales y observar que hubo 280.000 hectáreas más de maíz que las que inicialmente se habían proyectado, solo en la zona núcleo.
Ahora, los técnicos de la entidad están observando el noroeste bonaerense, para ver si allí también hubo más superficie con el cereal que la que se estimó al inicio de la campaña.
LA CHICHARRITA DEL MAÍZ SIGUE HACIENDO ESTRAGOS
Pero es un dato que, lamentablemente, termina pasando desapercibido ante el impacto de una plaga cuyos daños no terminan de prolongarse.
De hecho, la Bolsa rosarina redujo de 50 a 47,5 millones de toneladas su pronóstico de cosecha nacional, en similar sintonía con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que recientemente realizó un ajuste similar, para dejar su proyección en 46,5 millones de toneladas.
El maíz sigue en caída libre por la chicharrita: perdió otras 3 millones de toneladas
Para dimensionar el perjuicio de este insecto vector de Spiroplasma, desde la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR calculan que “con este nivel de siembra y un horizonte normal de clima, Argentina debería haber superado los 61 millones de toneladas”.
En este marco, no solo la chicharrita fue perjudicial, sino también la ola de calor de las dos últimas semanas de enero y la primera de febrero.
No obstante, “la chicharrita, que es el insecto que transmite el Spiroplasma, ha sido la máxima responsable de los recortes que se han ido realizando en los últimos meses: le ha quitado a Argentina un poco más del 20% de la producción maicera”, sentenció la GEA.
Aun así, debe recordarse que la cosecha 2022/23 fue aún peor por la sequía: las 47,5 millones de toneladas actuales (de confirmarse), significan un 32% más que el año pasado.
CÓRDOBA, LA LÍDER DEL MAÍZ Y LA MÁS AFECTADA
De acuerdo con la entidad rosarina, la cosecha de maíz tiene un avance del 25%, y los rendimientos promedio que se estimaban hasta abril en 70,3 quintales por hectárea, ahora bajaron a 65 quintales.
En este marco, Córdoba, que es históricamente la mayor productora de maíz de la Argentina, es lógicamente la provincia más afectada por este fenómeno.
En tanto, el otro gran recorte se da en las provincias del norte Argentino que en conjunto sufren un descuento de 1,6 millones de toneladas respecto a abril, con Santiago del Estero y Chaco a la cabeza.
“Rindes de 10 a 40 qq/ha y pérdidas masivas de áreas que no podrán cosecharse para grano comercial configuran una gravísima situación productiva”, alertó la GEA.