Por Florencia Lucero Heguy
La planta María Eugenia de Bayer, ubicada en la localidad de Rojas (Buenos Aires) cuenta con 23 hectáreas, tiene una capacidad de producción de 3,6 millones de semillas de maíz hibrido y se espera que la incorporación de las últimas herramientas de gestión digital la amplíe a 4 millones en los próximos meses.
Esa planta es fundamental para el desarrollo maicero nacional: desde allí salen más de la mitad de las semillas que se siembran en Argentina, teniendo en cuenta tanto las marcas propias de Bayer, como las de licenciatarios.
Actualmente, la compañía alemana está avanzando en inversiones para dotar a la planta de una mayor eficiencia, de la mano de la innovación y digitalización.
En principio, la planta tiene tres Centros de Inteligencia (CIO) desde los cuales se puede monitorear todo el proceso de producción en tiempo real, desde la siembra hasta la cosecha. Es importante destacar que el 100% de los productores con los que trabajan están certificados por la Norma IRAM 14130 de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).
Además, en el laboratorio central se realizan entre 70.000 y 80.000 testeos genéticos y fisiológicos a distintas muestras de semillas de maíz por año.
PLAN 2030
A través del manejo de herramientas digitales, se miden los tiempos por testeo para garantizar la disponibilidad necesaria de los productos comerciales con los más altos estándares de calidad. Las semillas se mueven sobre sensores y se utilizan cámaras de alta resolución para detectar materiales de diferentes colores y rechazar la semilla defectuosa.
“El objetivo a 2030 es reestructurarnos y poder dar respuesta a toda la demanda de semillas que los agricultores van a tener desde nuestra planta en María Eugenia”, sostuvo Matías Marcantonio, Líder Producción de Semillas Cono Sur de Bayer, durante una visita a Rojas de la que participó Infocampo.
Además, dijo que “otro eje importante tiene que ver con la sustentabilidad porque para 2030 tenemos el principio estratégico en ser neutrales en carbono y 100% renovables en nuestras operaciones y eso nos ha puesto un norte muy claro e inversiones estratégicas para poder cumplirlo”.
MAÍZ: GENÉTICA, BIOTECNOLOGÍA Y DIGITALIZACIÓN
La innovación en maíz tuvo un gran crecimiento en los últimos años. Esto se debe a la irrupción de la biotecnología que expandió la frontera agrícola y el avance en genética. “El segundo salto importante es el de la digitalización”, dijo Juan Farinati, Presidente y Líder de la División de CropSciencie para Bayer Cono Sur.
“La capacidad y el potencial que tiene el maíz, combinado con las decisiones correctas en lo que se refiere a densidad, fertilización y manejo del cultivo que le puede dar las herramientas digitales, es el segundo salto que estamos viendo del cultivo en Argentina”, añadió.
Otra mejora tecnológica es el maíz de baja estatura, que se está lanzando en México y Estados Unidos, y estará disponible en nuestro país para el 2025. “Va a permitir aplicar en el cultivo un mes más dentro del ciclo fenológico, ahí se pueden aplicar fungicidas e insecticidas que hoy sólo se aplica hasta cierto período dentro del cultivo o con un avión”, explicó Farinati.
MÁS SIEMBRA
La expectativa de Bayer para la campaña de maíz 2022/23 es que vuelva a ser muy importante en área, pese a que fue un verano muy difícil para toda la industria por la sequía y el evento La Niña, entre otros fatores.
“Planificamos intencionalmente el hecho de tener tanta dispersión en el país, el hecho de sembrar desde Salta a Necochea, desde San Luis a Entre Ríos, hace que podamos amortiguar esos años tan extremos y enfrentar una campaña en condiciones sanas en lo que hace al inventario”, destacó Marcantonio
“Estamos preparados para una gran campaña, las ventas se iniciaron con un ritmo muy fuerte, superando al año pasado”, añadió.
Por otro lado, destacó también un comportamiento por parte de los productores de intentar fijar posiciones más temprano en semillas y fertilizantes.
“Existe un contexto muy positivo para el agro, sobre todo Argentina va a jugar un rol preponderante y, dentro de eso, Bayer tiene una decisión y un ánimo muy fuerte de estar con todo el compromiso, de conexiones muy concretas para poder estar con la semilla y anticipar el momento de expansión que estamos viendo”, sostuvo Marcantonio.
El problema en este contexto es que puede haber una limitante para el crecimiento: la disponibilidad de semilla. “Este año la semilla de maíz va a ser un limitante para el crecimiento del cultivo, porque hay mas demanda de semilla de alta tecnología de la que se puede abastecer, porque como el mercado los últimos años vino creciendo, los inventarios de semilla están cada vez más finitos”, explicó Farinati.
Además, recordó que en la temporada que está finalizando, la producción no fue exepcional, sino que “se produjo un poco menos del esperado no solo por un tema de sequia sino también por el calor y las altas temperaturas en el momento de polinización “.
APRENDIZAJE CONTINUO
“La historia de estos últimos tres años ha sido un incremento notorio en capacidad, invirtiendo en digitalización que dará un cambio de paradigma muy fuerte”, dijo Marcantonio y explicó que “ahora entendemos que, conectando, combinando, trayendo nuevas fuentes de datos, tengamos esa inteligencia de saber lo que no sabíamos y de ponernos en una carrera de aprendizaje”.
“La transformación continúa, nosotros intentamos balancear parte de nuestro día a día en decir hoy tenemos un agricultor que nos espera, tenemos despacho que hacer, tenemos objetivos que cumplir y, al mismo tiempo, nos estamos preparando para el futuro, nos estamos transformando, estamos caminando ese aprendizaje”, finalizó Marcantonio.