En una nueva jornada de actualización técnica, de forma virtual, Fertilizar Asociación Civil realizó un encuentro para poner en números y brindar datos agronómico clave que hacen a la estrategia de manejo de maíz para la nueva campaña, cereal que pronto comenzará a sembrarse.
Entre los aspectos destacados que expusieron los directivos de la entidad, que representa técnica y científicamente a la industria de los fertilzantes en Argentina, se encuentra el análisis económico,
En la evolución de márgenes brutos, el cultivo de maíz (568 dólares por hectárea) tiene el mejor futuro para este ciclo, frente a la soja de primera (467 dólares) y al doble cultivo trigo/soja de segunda (331 dólares).
Al respecto, en el análisis también sobresalta un crecimiento de los márgenes del 70%, en comparación a la campaña pasada.
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Siguiendo esta línea, también las relaciones de precios (urea/maíz o fosfato monoamónico/maíz) están más ajustadas, es decir, que se necesitan más kilos del cereal para comprar el fertilizante.
El aumento del valor de este insumo fue la nota destacada desde el comienzo del año. En referencia a este punto, los relaciones de precios de estos insumos son las más altas desde el 2015. Para la fertilizante nitrogenado, que es en cual se observa el mayor cambio de precio de precios este ciclo, con 1 tonelada de grano se obtiene 940 kilos de urea (versus 670 kilos el año pasado).
Por su parte, en el fosfatado, esta relación es más estable, respecto a la temporada pasada. Con una tonelada de grano, se compran 890 kilos de fosfato monoamónico, contra los 820 kilos de 2020/21.
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Nutrición
Entre las grandes observaciones, surgidas de la experimentación y los ensayos de la red que tiene Fertilizar en diferentes zonas del país, y que sobresale, es que desde la campaña 2015/16, el área fertilizada del cereal creció un 11%, mientras que la dosis promedio pasó de 186 kilos por hectárea a 242 kilos.
Sin embargo, sostienen los expertos de la entidad, que en los ambientes más productivos aun hay una brecha de aumento de dosis de nitrógeno de 22 kilos. Asimismo, aseguraron que, en ambientes maiceros menores a las 7 toneladas por hectárea, el límite de nitrógeno recomendado debe ser 115 kilos por hectárea.
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Uno de los insumos en los que enfatizó la entidad durante la presetación, además de la reposición de nitrógeno y fósforo, es en el zinc, uno de los más deficitarios en la región núcleo maicera, asociado a la pérdida de materia orgánica.
Las estrategias de fertilización limitan los rendimientos de maíz, independiente del ambiente
productivo. Con una estrategia de fertilización de punta e integral se puede lograr hasta un 20% respecto de los planteos de máximos rendimientos alcanzables, lo que en términos absolutos son 1.700 kilos por hectárea de maíz.