“Esta obra va a generar casi dos millones de hectáreas puestas a producir en plenitud” en la provincia de Buenos Aires, dijo el presidente Mauricio Macri al anunciar la puesta en marcha de una nueva etapa del plan de infraestructura hídrica en la cuenca del río Salado.
Macri sostuvo que “eso significa muchos puestos de trabajo” en el marco del camino que se ha fijado como meta el Gobierno para llegar al objetivo de pobreza cero y señaló que “este no es un hecho aislado, porque hoy las máquinas están en marcha en todas las provincias de la Argentina”.
A orillas del río Salado, en General Belgrano, y acompañado por la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, Macri habló esta mañana con vecinos de esa localidad y de Roque Pérez, Lezama, Bragado, Monte y Lobos, entre otros municipios que serán beneficiados por las obras.
También estuvieron junto al Presidente el ministro de Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio; el secretario de Obras Públicas, Daniel Chaín, y el intendente de General Belgrano, Osvaldo Dinápoli.
El Jefe del Estado subrayó que alrededor del río Salado se despliegan “las tierras más fértiles que tiene nuestro país, y una tierra fértil es una oportunidad de trabajo”.
Dijo que “no se puede entender que a lo largo de tantas décadas este río haya sido sinónimo de problemas, conflictos y crisis, cuando había herramientas e instrumentos” para corregir la situación y aprovechar su potencial hídrico con fines productivos.
“Hoy estamos comenzando una nueva etapa que apunta, no de un día para el otro, porque las obras llevan su tiempo, a terminar con el flagelo de las inundaciones de la cuenca del Salado”, afirmó.
Aseveró que estas obras fueron concebidas a partir de un plan maestro que “hace 20 años que está escrito” y dijo que “eso da un poco de bronca, porque son 20 años que pudimos haber aprovechado para crecer, desarrollarnos, para progresar, y no para sufrir las consecuencias” de las inundaciones.
Pero puso de relieve que a partir de “este cambio que decidimos los argentinos hoy estamos acá” porque “creemos en nosotros mismos y en nuestra capacidad de hacer” para que las obras vuelvan a “transformarse en sinónimo de alegría, entusiasmo, futuro, y nunca mas de estafa, corrupción y mentira”.
En su mensaje el Presidente también manifestó su agradecimiento a la reina Máxima de Holanda por la colaboración que ha brindado ese país poniendo a disposición de la Argentina “toda su capacidad técnica” y experiencia en obras relacionadas con la logística del manejo de agua.
Por su parte, la gobernadora Vidal afirmó que “estas obras permitirán que puedan dormir tranquilas familias que muchas veces sufrieron por las inundaciones y que han visto poner en riesgo su tierra y su ganado”.
Destacó además que “va a haber cientos de miles de hectáreas recuperadas para que la provincia crezca”.
Las obras anunciadas forman parte del cuarto tramo de la primera etapa prevista del Plan Maestro Integral del Río Salado y abarcan 27 kilómetros desde la laguna de Las Flores hasta el puente de Beguerie, en Lobos.
El objetivo es dotar de mayor capacidad al Salado para evitar desbordes y anegamientos en zonas productivas de la provincia de Buenos Aires, para lo cual se trabajará en el ensanche y la profundización del cauce del río.
El excedente de tierra producto de la excavación será redistribuido en recintos de refulado a fin de dotar al terreno de mayor altura y colaborar de esa manera con la recuperación de hectáreas.
También se realizará el dragado de las lagunas Las Flores Chica y Las Flores Grande para reducir el proceso de sedimentación, entre otras tareas.