“Ayer salimos muy desanimados de la reunión con el bloque oficialista de la provincia de Buenos Aires. Más allá de la razón que nosotros exponíamos, que puede ser discutible, la tónica de inexistencia de la Legislatura fue fuerte. Nos dijeron “ahora ya no se puede discutir porque esto es una orden del gobernador y si dice que hay que hacerlo, lo debemos hacer”. Nos decían que había que “darle una demostración de apoyo político. Es decir, la negociación y el verticalismo priman sobre cosas tan sensibles como lo es la producción agropecuaria o cualquier otra actividad fundamental para nuestro país. Yo no podía creer lo que estaba escuchando”.