Avanza firme la cosecha trigo en la zona centro y se despejan las incógnitas sobre los resultados. Así se confirma otro empujón más para el cereal, dicen los analistas de la Bolsa de Comercio rosarina: unas 430.000 toneladas extras arrojan los resultados de las cosechadoras.
La estimación vuelve a subir a nivel nacional: pasa de 7,10 a 7,53 millones de toneladas. La campaña 2021/22 dejará un 70% más de trigo que el año pasado y superará en más de medio millón de toneladas el récord productivo de 2019/2020.
Los rindes promedio de la región centro son de 45,8 quintales por hectárea: 16,7 quintales más que en la campaña pasada y 1,2 quintales por encima del anterior récord establecido en la 2017/2018.
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Sin embargo, para el trigo, aún con el entusiasmo de estos resultados, en el horizonte de la próxima campaña acecha una tormenta: la de los elevados costos de los insumos y en particular el que tiene la urea.
Si bien es prematuro definir la intención de siembra para la próxima campaña, indican desde la Bolsa, los asesores comentan que “hay incertidumbre y preocupación por los costos de producción que rigen hoy de cara a la campaña que viene”.
La actual relación urea/trigo podría ajustar fuertemente las dosis, y en particular en los productores de menor escala que este año hicieron una gran apuesta.
Dicha relación, en finales de noviembre 2021, es de 4,5 -se necesitan 4,5 kilos de trigo para comprar 1 kilo de urea- lo que es casi el doble de hace un año atrás (2,5). Aún con mejores precios, el poder de compra del cereal contra el fertilizante cayó cerca del 50%.
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Bajo este escenario, lo que primero sucederá es que se va ajustar a la baja el uso de fertilizante de continuar esta relación insumo/producto. En cuanto al área de siembra, va a depender del resultado de la campaña gruesa, los costos al momento de siembra y con lo que suceda con las retenciones, aclaró un técnico de la zona centro consultado por la entidad.
Por su parte, aclara otro asesor, que considerando los rendimientos que se están logrando en esta campaña, en principio va a tratar de mantenerse la superficie“. También señalan que “las reservas de agua a mayo serán el factor fundamental para definir la intención de siembra”.
Hacia la provincia de Buenos Aires, “todo dependerá de cómo fluctúen los precios de los insumos en relación al precio del cereal, ya que de seguir aumentando esta relación no solo caerá el nivel de fertilización sino también el área sembrada”.