El Foro es organizado por Bodegas de Argentina, la entidad empresaria que reúne a más de 140 empresas asociadas.
El programa de actividades prevé la asistencia del ministro Roberto Lavagna y empresarios de más de 250 compañías líderes, como así también de visitantes de Chile y Brasil.
Según se informó, los temas a debatir serán: la exigencias de los mercados internacionales, tamaño competitivo de las empresas, las cadenas de distribución, competitividad de los vinos argentinos, regulaciones en los distintos mercados, inversiones para exportar y promoción de otros países exportadores.
En este sentido, Mario Giordano, de Wines of Argentina, dijo que lo que realmente falta en la Argentina es “una política de promoción de los vinos en el mundo”.
En ese sentido, puntualizó que hay gobiernos que invierten hasta 25 millones de dólares en promocionar este tipo de producto, mientras que en la Argentina apenas se puede llegar a los 5 millones de pesos, pero íntegramente aportados por el sector privado.
No obstante, el rubro está en plena expansión gracias al fuerte crecimiento de las exportaciones en desmedro del mercado interno.
Sobre este punto, Guillermo Barzi, presidente de Establecimientos Humberto Canale, puntualizó que, a principios de los 90, el sector exportó por 10 millones de dólares y esta cifra se incrementó a 400 millones el año pasado.
Pero las proyecciones establecen un horizonte de exportaciones de 1.400 millones de dólares en 10 años.
En contraposición, el mercado interno se desenvolvió a la baja en las últimas tres décadas, aunque en este caso influyó el cambio en el hábito de consumo de tomar menos vino, pero de mayor calidad.
Fue así que de un consumo anual que llegó a los 90 litros por persona a fin de los 60 y principio de los 70, bajó a los 32 litros de la actualidad, según especificó Javier Merino, de área del Vino.
“La relación precio-calidad de los vinos argentinos es excelente”, coincidieron en afirmar los empresarios, en la conferencia de prensa que brindaron para anunciar la realización del Foro.
El buen negocio que significa hoy la “marca argentina” llevó a una explosión de bodegas de distinta envergadura y con capitales de diversa procedencia.
Hoy hay unas 430 bodegas que operan unas 2.200 marcas, lo que hace complejo un ordenamiento en el mercado interno.
Todo este proceso se reflejó en un nivel de inversiones de 1.400 millones de dólares en los últimos diez años en el sector de la vitivinicultura argentina.
Al respecto, Barzi explicó que en el país se dio un proceso que resultó “favorable” para la producción, ya que “las políticas de los 90 permitieron la incorporación de tecnología y la apertura de los mercados, mientras que la devaluación fijó un tipo de cambio muy competitivo”.