Las condiciones climáticas están jugando un papel preponderante en la producción de hortalizas y frutas al condicionar el rendimiento y la calidad final del producto, generando al mismo tiempo fuertes alzas en los precios mayoristas, las que en algunos casos se dan en consonancia con importantes ventas al exterior.
En el caso de la cebolla, se observa que, durante el corriente mes, ha registrado importantes aumentos en los precios, motivados por el exceso de lluvias que a partir de mediados de junio soportó el sur de la provincia de Buenos Aires, y a la fuerte presencia de compradores brasileños que se llevaron la mejor calidad, en particular de mayo en adelante.
Los buenos valores de la cebolla se vieron reflejados durante la tercera semana de agosto en que el promedio de la variedad Valenciana del Sur de la Provincia de Buenos Aires comercializada en el Mercado Central de Buenos Aires fue de 1,49 pesos el kilogramo, cifra sensiblemente superior a la registrada durante el mismo período del año 2003, cuando apenas llegó a alcanzar los $0,26.
El promedio de la especie durante todo el mes de agosto de dicho año alcanzó los $0,25, en tanto que en el mismo mes pero de 2002 fue de $0,52.
Habitualmente, para esta época del año, se registran aumentos porque se produce la transición entre el producto tardío de Buenos Aires y el ingreso de la variedad Valencianita de la provincia de Santiago del Estero.
Consultados los especialistas del Departamento de Inspección de Frutas y Hortalizas manifestaron que “esta situación se vio agravada por los problemas sanitarios que mostraron las partidas bonaerenses, con un almacenamiento más corto y presentaciones comerciales que mostraron bulbos brotados, deshidratación y daños por heladas”.
Similar situación está soportando el tomate de campo procedente de las provincias de Salta y Jujuy, debido a los intensos fríos que se abatieron sobre esas provincias a partir de mediados de junio y que determinaron precios elevados, una oferta reducida y partidas que mostraron escaso color.
La variedad redondo, de tamaño mediano y pintón, registró durante la tercera semana de agosto del corriente año un precio promedio por kilogramo de $1,10, en tanto que el grande alcanzó a los $1,21, cifra muy superior a la registrada durante el mismo período de 2003, que fue de $0,40 y 0,49 por kilogramo respectivamente.
En cuanto al precio promedio de la especie durante el mes de agosto de 2003, éste fue de 0,87 pesos mientras que en el año anterior había sido de 1,16 pesos.
Las heladas también provocaron importantes daños en la producción de cítricos de la provincia de Entre Ríos, en particular las ubicadas en las zonas de Chajarí, Concordia y Federación.
Las bajas temperaturas que se registraron los días 10 y 17 de dicho mes fueron las causantes de los daños, sobre todo por la gran cantidad de horas que duró la helada (más de 12 horas).
Las variedades más afectadas de mandarina y diseminadas por el piso de los campos fueron Malvasio y Encore y otras que ya estaban por ser cosechadas como Murcott y Ellendale.
Del mismo modo se vieron afectadas las producciones de limones y naranjas estimándose una menor cosecha para el verano.
Debemos entonces observar cada vez con mayor detenimiento las erráticas condiciones climáticas que están afectando a todas las producciones agropecuarias.
Intensos fríos con heladas, subas abruptas de temperatura, sequías prolongadas o lluvias torrenciales son algunas de las expresiones con que la naturaleza se manifiesta. Habrá que reflexionar entonces cuánto tiene que ver el hombre en todo este proceso.
Cuánto daño ha causado al hábitat natural al modificar la flora y la fauna de las distintas regiones de nuestro país. ¿Nos daremos cuenta antes de que sea tarde?