A modo de balance del año, el presidente de la Federación de Distribuidores de Insumos Agropecuarios (FEDIA), Marcelo Senatore, conversó con Infocampo acerca de la situación de los semilleros multiplicadores ante el retraso de la sanción de una nueva ley de semillas, que finalmente quedará para 2017 por falta de tiempos en el Congreso.
El debate sobre la ley de semillas ha sido intenso durante 2016 ¿Consideran que ha sido escuchada la voz de los semilleros multiplicadores?
No nos deja de preocupar que la figura del semillero multiplicador no esté presente de forma explícita en el proyecto de ley del oficialismo. Desde un principio esto nos generó mucha inquietud y nos obligó a asumir una actitud proactiva. Creo que lo más destacado es haber formado parte del debate en la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados de la Nación, donde pudimos dejar claramente definida nuestra postura.
¿Y de qué forma esperan ser incluidos en la futura ley de semillas?
Si el mercado de semillas funcionara con total control y racionalidad, entonces los semilleros multiplicadores pasaríamos a tener un rol naturalmente importante. El problema podría presentarse si la ley dejara zonas grises que dieran lugar a que el papel del semillero sea asumido por distintos actores de la cadena de forma irregular. Nosotros creemos que estas prácticas desleales podrían ser controladas mediante la inclusión del criterio de no incrementalidad y, además, mediante el necesario fortalecimiento del INASE (Instituto Nacional de Semillas).
Senatore es el titular de la cámara que nuclea al sector
¿Están de acuerdo con el proyecto oficial que establece un máximo de tres multiplicaciones para el uso propio?
Nosotros no estamos en contra del uso propio en sí mismo. Entendemos que un uso propio oneroso y no incremental no tiene por qué perjudicarnos, ya que nosotros seguiríamos siendo los únicos capaces de proveer semilla certificada y de calidad. Todo lo que está por fuera de eso debe ser combatido, y con eso sería suficiente para que cada uno asuma el lugar que le corresponde dentro de la cadena.
Por último, ¿cómo cierra para los distribuidores el 2016 y qué expectativas tienen para el 2017?
En nuestro caso puntual, la comercialización de insumos agropecuarios en general mejoró respecto al año anterior. La contracara de esto es, una vez más, el tema de las semillas. Digamos que la reactivación se siente en el sector, y ha sido evidente durante todo 2016. No obstante seguimos con una serie de dificultades que esperamos sean superadas. Al menos parece existir la voluntad política de resolver una gran variedad de temas sobre los que hasta ahora se miraba para otro lado. Confiamos en que todos los actores que integran esta cadena se sumen en forma positiva y no aparezca nadie que intente prolongar aun más las decisiones que hay que tomar o ponga palos en la rueda.