La creación de un impuesto para productores agropecuarios en Castelli generó una fuerte ola de repercusiones.
Por un lado, Carbap salió a tildar la medida de “oportunismo”, dado que los propietarios de establecimientos rurales tendrán que pagar $42 por hectárea, con un máximo de $44.000 por inmueble.
En esa línea, el diputado bonaerense Lucho Bugallo (Juntos por el Cambio) lo denunció ante la Comisión Federal de Impuestos (CFI) y solicitó suspender la vigencia del decreto que firmó el intendente del Frente de Todos. “Se trata de una doble imposición tributaria, dado que utiliza la misma base imponible que el Impuesto a los Bienes Personales que cobra la Nación, al tiempo que se superpone también con el Impuesto Inmobiliario Rural provincial y a las tasas por servicios que cobra la municipalidad a los productores. Es claramente ilegal e inconstitucional“, expresó el hombre de Elisa Carrió.
La respuesta de Echarren
El intendente habló este fin de semana y remarcó que seguirá en su posición. “Siempre voy a defender la idea de que los que mas tienen deben hacer un esfuerzo para levantar la patria. Ese es el corazón del peronismo. Por más que me denuncien los que defienden privilegios, Castelli va por ahí”, disparó.
Echarren aseguró que lo que se necesita en Castelli es “crear un fondo patriótico y hacer un New Deal argentino”.
“Pedirle un aporte a los ricos y hacer un gigantesco programa, sanitario, de obra e inversión pública que reactive la economía, genere trabajo y construya infraestructura para nuestro desarrollo. El mundo va a volver al estado de bienestar, los cultores del estado mínimo están en extinción“, escribió en su cuenta de Twitter.