La falta de precipitaciones nuevamente se instala en febrero, con una primera quincena de mes que cierra con muy bajos acumulados en muchas regiones productivas del país. El saldo: el maíz y la soja de primera con pérdidas muy significativas de rendimiento.
Si la sequía desde mediados de diciembre hasta la mitad de enero, con ola de calor incluida, determinó importantes pérdidas en el cereal sembrado en primera fecha, la actual están complicando la perspectiva de la soja temprana.
Mejor futuro, por ahora, mantienen los lotes tardíos.
Según Macarena Rossi (Foto), asesora técnica en el sudeste de Buenos Aires, en esa región la sequía no ha sido tan grave como en la zona núcleo, pero sí hubo un déficit de lluvias y el panorama podría haberse complicado más si no hubiera sido por la llegada del agua.
Mirá también El alivio de las lluvias duró poco: vuelven a expandirse las zonas bajo sequía
La asesora trae a cuento una cuestión que siempre se revitaliza bajo las circunstancias actuales: las diferencias entre planteos bien manejados versus los que están en otro extremo.
“Una clave que se está viendo en esta temporada es la diferencia entre los que hicieron buenos manejos agronómicos, en materia por ejemplo de cultivos antecesores o de fertilización, en relación a los que no lo hicieron”, remarca Rossi.
En referencia al cereal, ella asegura que híbridos de porte más bajo y angosto, como alguna de la líneas que ofrece Stine, crecen de manera erecta, por lo que captan mejor la luz solar y son más eficientes en el uso de agua.
Mirá también Maíz en el NOA y centro-norte cordobés: zonas en que desapareció la baja tecnología
“Esta característica les permite manejar mejor las situaciones de estrés e incluso soportan altas densidades: pueden reducir el consumo de agua, sin perder potencial de rinde”, menciona Rossi, quien es profesional técnico comercial de la marca norteamericana.
Córdoba
Hacia el centro del país, en la provincia de Córdoba, Pablo Pistone (Foto), colega de Rossi, comenta que “los híbridos que más estaban sufriendo eran los ciclos cortos, pero con las lluvias se recuperaron muy bien y van a estar muy competitivos”.
Por su parte, destaca que, igualmente, será difícil cumplir con las expectativas de 120 quintales por hectáreas y las aspiraciones actuales son de 70 quintales.
Mirá también En Venado Tuerto se cosechó el primer lote de soja con la genética que se viene y logró 5.200 kilos
“Dentro del portfolio de Stine, está reaccionando muy bien el ST 9820-20, conocido como “El Petiso”, que tiene como principal ventaja un paquete sanitario muy bueno, gracias a la biotecnología Agrisure Viptera 3″, subraya.
En planteos tempranos, señala Pistone, respecto al ST 9910-20, una de los nuevos materiales conocido como “Bestias”, “lo vengo viendo con buenos ojos ya que se recuperó de forma óptima después de las lluvias”.
Comenzando la cosecha sobre este Stine 98-20 E 20 sorprendidos por el rinde. Con 200 kg de N con ferti riego sin ningún herbicida pos-siembra. 19.800 kg/ha con 32% de humedad en las primeras 7,7 has cosechadas. @adp_uruguay @stinesemillas https://t.co/j3jqXbiCEG pic.twitter.com/Sxw01dtQUx
— Diego Guigou (@DiegoG48) February 8, 2022