EE.UU. con el menor saldo exportable de maíz de las últimas décadas y una fuerte caída en las existencias de soja al 1 de diciembre, le dan firmeza a los mercados.
A pesar del aumento en la producción de maíz americano estimada por el USDA en su informe del pasado viernes 11 de enero, el principal cambio efectuado en el balance de oferta y demanda es el referido al sostenido y firme aumento en su consumo interno y el consecuente recorte en las exportaciones.
En efecto, las exportaciones de maíz americano se están proyectando ahora en 24 millones de toneladas, el menor valor registrado en los últimos 20 años.
Es la primera vez en la historia del comercio mundial del maíz que la Argentina tendrá un saldo exportable (22 millones de toneladas) que es equivalente al 91% del saldo exportable de maíz americano.
Nunca antes en la historia la Argentina estuvo tan cerca de poder ser el primer exportador mundial de maíz. Si no hubiéramos tenido una política anti-exportadora de maíz, como la que implemento este Gobierno en los últimos 3 años, hoy nuestro país estaría ocupando el primer lugar como exportador. Con buena rentabilidad para nuestros productores de maíz, posibilidad de incluir el cultivo en la rotación, mejorar estructura de suelo, mejorar rindes de soja a posteriori del cultivo de maíz, y lo más importante “haber tenido la chance de diversificar el riesgo climático, productivo y de mercado”
El informe sobre oferta y demanda mundial de soja, muestra un incremento en la producción de soja americana y en el nivel global.
No obstante este informe considerado “amigable” para el mercado. Los operadores están viendo otra película de mediano a largo plazo un poco más complicada influenciada por el informe de existencias.
En efecto, el informe de la semana pasada de existencias de soja al 1 de diciembre, 53,61 millones de toneladas, se ubica un 17% por debajo del nivel de existencias a igual fecha del año anterior. Los stocks en manos de productores, al 1 de diciembre, llegan a 24,76 millones de toneladas, un 20% menos que a igual fecha del año anterior.
Este fue el principal factor que dio firmeza a Chicago, la fuerte caída en el nivel de existencias de soja en Estados Unidos.
A todo esto se agrega el factor climático, donde la sequía está afectando los principales estados productores de trigo en los Estados Unidos, y si no hubo efecto todavía sobre la soja y el maíz fue porque estamos en la mitad del invierno. Habrá que esperar a la entrada de la primavera para ver si las nevadas o las futuras lluvias pueden corregir el déficit de humedad de los suelos que, de arranque, serán muy bajos; a menos que tengamos un febrero con muchas nevadas o una primavera más lluviosa que lo normal.
Por Pablo Adreani, analista de Mercados AgriPAC Consultores.
Especial para Infocampo.com.ar