La Red de Manejo de Plagas (REM) de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) nació originalmente con el objetivo de ir evaluando el avance de las malezas resistentes, a medida que las mismas fueron ocupando cada vez más hectáreas de los suelos argentinos.
Sin embargo, con el paso del tiempo las alertas se han encendido también para los insectos y los hongos, muchos de los cuales han comenzado a generar tolerancia a las aplicaciones de determinados principios activos.
Ya se han reportado, por ejemplo, casos de manchas en trigo que resisten fungicidas y, por ello, fue uno de los temas que se abordó durante el 30° Congreso anual de Aapresid, realizado entre el 10 y el 12 de agosto en Rosario.
Hubo específicamente un bloque dedicado al manejo de cultivos enfocado en las resistencias a fungicidas, en el que la compañía FMC presentó una nueva arma para el combate de los hongos: Onsuva.
El Gerente de Desarrollo Técnico de FMC, Juan Caporicci, fue el encargado de detallar las características de este producto que tiene como sello distintivo a la molécula Fluindapyr, una carboxamida exclusiva de FMC y que promete ser una herramienta clave en los próximos años para evitar la proliferación de enfermedades.
“Para nosotros, los congresos de Aapresid han sido siempre importantes: nos dan la oportunidad de encontrarnos con todo el ecosistema del campo. Y por ello tomamos la plataforma del congreso de este año para hacer el lanzamiento de esta nueva molécula, que constituye el primer paso para incorporar más soluciones en el futuro inmediato”, mencionó Caporicci.
ONSUVA
¿Qué es Onsuva? El primer fungicida elaborado a base de Fluyndapir, en combinación en este caso con un triazol (Difenoconazole), con registro para soja y maní.
“Es el puntapié inicial para desarrollar una nueva generación de carboxamidas que se consoliden como una solución importantísima contra las enfermedades y que ayuden a evitar o al menos demorar la aparición de nuevas resistencias. En esta ocasión, se lanza con un triazol, pero más adelante tendremos otros productos combinados, por ejemplo para trigo y cebada, con los que apuntamos a que FMC se posicione como un actor fundamental en el mercado de fungicidas”, mencionó Caporicci.
Un aspecto a destacar es que se produce en Argentina, y ya se está exportando a Paraguay, que fue el primer país donde obtuvo registro para su utilización en soja.
Técnicamente, la composición de Onsuva es: 24% de Fluindapyr más 30% de difenoconazole, una innovación biotecnológica que aporta un alto nivel de control de la roya de la soja y de todo el complejo de enfermedades de fin de ciclo que suelen afectar a la oleaginosa como mancha ojo de rana, mancha marrón o tizón de la hoja.
Estos dos ingredientes activos aportan mucha sinergia y actúan de manera preventiva, curativa y erradicativa: la carboxamida afecta la respiración mitocondrial de los hongos, mientras que el triazol inhibe la biosíntesis de ergosterol, con efecto tanto de contacto como sistémico.
Una propuesta fundamental, es la expresión del rendimiento de soja, ante tratamientos de Onsuva. Esta propiedad, sumada al amplio espectro de control de enfermedades, hace que se convierta en una verdadera solución, con capacidad de seducir a los productores a incorporarlo rápidamente a sus estrategias de manejo en sus establecimientos.