Las cotizaciones consignadas en las pizarras de los centros de venta serían menores a los precios reales pagados en las operaciones de mercado y el desfase perjudicaría especialmente a los agricultores.
El secretario de Agricultura, Miguel Campos, aseguró que los precios de los granos anotados en las pizarras de las Bolsas de Cereales del país no reflejan la realidad del mercado y los principales perjudicados por la falta de transparencia comercial son los productores.
Las mayores alteraciones se registran en girasol donde las diferencias “alcanzarían los 50 pesos” entre las cotizaciones de pizarra y el precio real, pero también se anotan distancias de “25 pesos en soja y los 10 pesos en trigo y maíz”, agregó.
“La Secretaría ha recibido denuncias de este manejo discrecional y estamos investigando”, puntualizó el funcionario en una declaración emitida por la cartera a su cargo.
“También se ha advertido acerca de la disparidad de precios en los distintos pasos de la negociación”, señaló el secretario, quien advirtió que “todo esto parece entrever un manejo discrecional de los valores, con notable perjuicio para los productores”, que afectaría especialmente a la modalidad de compra conocida como “a fijar precio”.
De todos modos, el distanciamiento de estos valores con los realmente pactados es motivo de preocupación para muchos operadores.
Cabe recordar que los precios de pizarra, fijados luego de cada rueda disponible en base a los negocios realizados en el recinto y en acuerdo con los distintos sectores del comercio que integran las cámaras arbitrales, son orientativos y no obligatorios.
“Hace un par de meses que los precios del Término de Buenos Aires con descarga en Rosario están 15 pesos o más que el disponible local, el productor grande puede cubrirse en el mercado pero los más chicos, que a lo mejor quieren vender menos tonelaje, no puede hacerlo”, explicó a Infobae un corredor de la Bolsa de cereales de Rosario, quién además aseguró que esa operatoria encierra otro peligro para la plaza local, a través de un corrimiento del volumen negociado al MAT porteño.
Desde la SAGPyA prometieron seguir con las investigaciones.
Las desventajas de los más débiles
La modalidad operativa conocida como “a fijar precio” es utilizada por muchos productores que no cuentan con las posibilidades apropiadas para poder retener la mercadería en su poder hasta el momento en que ellos consideren más oportuno para hacer las ventas. Esta alternativa le quita al productor una de la principales herramientas para la mejor negociación de su producción cual es la de poder “manejar” su oferta. La Argentina es el único país que cuenta con un sistema, en donde gran parte del volumen de su cosecha queda en “manos” de los compradores que establecen “discrecionalmente” el precio de esa mercadería. Según datos oficiales, este año se han negociado bajo el sistema a “fijar precio” no menos de 2 millones de toneladas de trigo; 1,5 millones de maíz; 6 millones de soja y 1,2 millones de toneladas de girasol.
Por Gustavo Malem
gmalem@infobae.com
