“En el último medio siglo, después de la segunda guerra mundial, la industria que compite con importaciones, que es la que realmente tiene poder de lobby en la Argentina para conseguir del gobierno lo que quiera, se la ha comido cruda a la industria que compite con exportaciones y al campo particularmente.
De Perón para acá, al campo se lo ha comido crudo y por goleada. Yo lo que no entiendo es hasta cuándo los sectores que producen para exportar, la única manera de que Argentina algún día pueda llegar a ser un país medianamente rico, hoy somos los pobres.
Argentina tiene 4.500 dólares de ingreso per cápita, un país desarrollado tiene 45.000, diez veces más, y un país que está en vías de desarrollo tiene el doble que nosotros.
¿Cuáles serían estas industrias?
Las industrias que logran el lobby… Mire lo que pasó el pasado fin de semana en la UIA. Quiénes son los que están pidiendo el BANADE, la promoción industrial, y quiénes no se quejan para nada de las retenciones. Para la industria, las retenciones son un negocio fenomenal, porque le permite los precios de los alimentos, no tienen necesidad de pagar salarios demasiado caros, porque las retenciones les permiten tener el alimento relativamente barato, se paga un salario miserable y la gente puede comer, mientras tanto.
¿Qué hace falta?
Yo no sé qué hace falta en la Argentina para que la dirigencia que produce aquello que después pudiera permitir dejar de ser un país pobre tenga poder de lobby.
Está todo dado vuelta, acá. Los que tienen poder de lobby son los beneficiados, y los que pueden llegar a tener algún día la chance de que Argentina deje de ser un país de pobres no tienen ningún poder de lobby. Después no nos quejemos si seguimos siendo un país muerto de hambre.
Acá es como que hay un choque de trenes. Dado que son impuestos absolutamente distorsivos, el impuesto al cheque y el impuesto a las exportaciones. Grabar el impuesto que pudiera llegar a permitir vivir decentemente, que son las exportaciones, eso es un disparate que solamente a Argentina se le puede ocurrir; es un delirio mirando la evidencia internacional, que muestra que los países que se han sabido desarrollar desde la más supina pobreza y están creciendo, ninguno graba las exportaciones.
En el mundo, no hay ningún país que grabe tanto el comercio exterior con aranceles a la exportación e impuestos a la importación como Argentina. Aquello que según evidencia internacional le permite crecer y ser un país de comercio, Argentina es el país que más graba el comercio.
Argentina tiene que bajar los aranceles a la exportación, tiene que eliminar todos los impuestos a las importaciones, ahora uno tiene un gobierno enfrente que dice que no lo va a hacer. Y no lo hace, no sólo por una cuestión ideológica, porque acá hay algo mucho más gordo que el mero financiamiento que se hace a los planes sociales con las exportaciones. Hay un tema ideológico: el peronismo fue el partido que típicamente ha violado al campo para desarrollar una industria de sustitución de importaciones. Esto empezó hace 50 hace con Perón. De todas maneras, la lucha hay que darla.
Expropiación de ingresos
Hoy el sector formal, el que está en blanco, sufre prácticamente una expropiación de sus ingresos por parte del Estado. Mire, la recaudación impositiva en la Argentina son 30 puntos del Producto, ahora el tema es que la mitad del producto está en blanco y la mitad en negro, por lo tanto el sector blanco no paga 30 puntos, paga 60. Así, el crecimiento a tasa del 8 ó 9 por ciento, seguirán siendo una quimera.
En el 2005 ya la tasa va a ser 2 puntos inferior a la de 2003-2004. Todavía no hay nada preocupante, pero cuidado, que la presión impositiva formal, distorsiva, y el resto de errores que se están cometiendo en materia estructural, ya empiezan a hacer su efecto”.