Hay días que en el edificio de Paseo Colón al 900 parece que se trabaja más en los pasillos que en las oficinas. “Días de furia”, aseguran los que frecuentan la histórica construcción donde funciona la Secretaría de Agricultura de la Nación, cuando se les pregunta sobre el destino de la actual gestión de Miguel Campos. El hombre surgido del riñón de Felipe Solá (fue su agregado agrícola en Brasil) va sorteando las sucesivas versiones sobre su renuncia. Pero no puede evitar que se filtren las peleas que marcan a fuego su gestión: las luchas internas con alguno o todos de sus subsecretarios. A esta altura está claro que, por la intensidad de las discusiones, ya no hay lugar para el retorno en la relación entre el secretario y los funcionarios que, en teoría, deberían cuidarle las espaldas.
¿Y arriba como está? “Por ahora cuenta con el respaldo del ministro (Roberto) Lavagna”, afirman en las cercanías del despacho ministerial. Y desde la vereda de enfrente (Balcarce 50) “Campitos”, como familiarmente lo llama el presidente Néstor Kirchner también le llegan “buenas ondas”. ¿Respaldo a largo plazo? El tiempo y el resultado de las acciones en las que está embarcado definirán el futuro del titular de Agricultura.
Tres son los frentes en donde, a corto plazo, se batirá (y deberá demostrar resultados) Campos: la cuestión de las regalías (y la relación con Monsanto), cuota Hilton y todo lo relacionado a los convenios firmados con el sector empresario para evitar que el índice de precios al consumidor (IPC) se dispare.
Respecto del primer punto, desde St. Louis (cuartel general de Monsanto) ya le hicieron saber a sus ejecutivos en Buenos Aires que el deadline para resolver la cuestión se avecina. Ligado a este tema , esta semana, la Asociación Semilleros Argentinos (ASA) llevó a un grupo de periodistas de gira con la excusa de visitar la planta de Dow (ver pg. 7) pero en realidad querían hablar del negocio de la producción de semillas en contraestación. En cuanto a la Hilton los embates judiciales no ceden y Campos apuesta a que en la próxima distribución bajen las medidas cautelares, esto es, bajar el nivel de “judicialización” del negocio.
Y respecto del IPC, a las reuniones de evaluación en Agricultura, ya es común ver a funcionarios de Economía. “Campos es alimentos y tiene los foros. Por eso encabeza estas negociaciones”, explican desde el Palacio de Hacienda. Las tres cuestiones tienen final abierto y con fecha de vencimiento. Quizás en la última es donde se ve claramente el desgaste del funcionario.
¿Tendrá vida Campos después de las elecciones de octubre? Por ahora, el recambio en Agricultura no es viable. Y eso también es un dato para el sector privado.
Daniel Díaz | ddiaz@infocampo.com.ar
