Se registraron 30 mil hectáreas de vid y 16 mil de frutales afectadas por las heladas tardías en Mendoza durante el 2020 según la Dirección de Contingencias Climáticas.
En el caso del cultivo de vid, la fuente revela que el daño promedio estimado es del 24%, mientras que en el resto de las frutas alcanza el 84% y constituye el primer dato oficial de cara a la próxima vendimia. En tanto, se declaró la emergencia agropecuaria para asistir a los productores de 14 departamentos.
Luego de la helada del 5 de octubre, se debió esperar los 20 días establecidos para observar las consecuencias del fenómeno y comenzaron a recibirse denuncias por parte de los productores que habían sido afectados. Vencido el plazo para denunciar, los peritos de la Dirección recorrieron las propiedades para cuantificar el daño.
los daños
- Se recibieron 5.394 denuncias, concentradas principalmente en San Rafael (1.669), General Alvear (1.282) y San Martín (747).
- En vid se denunciaron daños de un 24% en promedio de la superficie afectada, un total 30.373,61 hectáreas, de las que la mayoría se encuentra en San Martín (7.204,43 hectáreas, con un daño medio del 32%), Rivadavia (5.950,37 ha, 26%) y Santa Rosa (5.428,16 ha, 32%).
- En cuanto a los frutales, el 84% de la superficie en promedio se vio afectada, un total de 16.341,27 hectáreas.
- El departamento con mayor superficie dañada fue San Rafael, con 7.143,91 hectáreas y una media de pérdida del 86%, seguido por General Alvear (4.391,33 ha, 99%) y Rivadavia (1.550,45 hectáreas al 75%).
Julio Eluani, titular de la Dirección de Contingencias Climáticas de la provincia, remarcó que lo más habitual es que las heladas produzcan la mitad de daño que causa el granizo. Sin embargo, este año, como el pasado, las temperaturas bajo cero en la primavera fueron generalizadas y afectaron una extensa superficie cultivada, al tiempo que no se espera una ocurrencia significativa de tormentas graniceras ya que se anticipa sequía (lo que no será favorable para los cultivos).
Por su parte, el ingeniero agrónomo Fabián Ruggeri, integrante de Acovi (Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas), explicó que se confirmó esa estimación inicial luego de que se produjera la helada, la cual apuntaba a que los daños directos en vid rondaban entre el 20 y el 30% en toda la provincia. Esto se traduce en una merma productiva del 20% en promedio.
A esto se sumó que durante el cuaje, las criollas y las blancas mostraron evidencias de corrimiento, que significa una menor cantidad de granos. Este rasgo es aún más marcado en las tintas.
Con respecto a la zona norte, el granizo de mediados de noviembre afectó a casi cuatro mil las hectáreas al 100%. Desde Acovi calculan que habrá la misma cantidad o un 3% menos de uva que el año pasado, con lo que se estaría en el orden de los 20 a 20,5 millones de quintales y se llegaría ajustadamente a cumplir con los compromisos. Esto se debe en parte a que los saldos de vino actuales también son reducidos.
Por su parte, José Luis Navarro, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas Frescas de Mendoza, mencionó que “la cosecha viene bastante bien, sobre todo en lo que a pera, manzana y durazno en fresco se refiere”. De hecho, los precios arrancaron en un nivel favorable pero rápidamente cayeron, lo que evidencia que hay fruta en el mercado (y que se ha visto afectada la capacidad de compra).
Helada tardía
Los daños son producto de las heladas de la madrugada del 5 de octubre, causada por el ingreso de una masa de aire frío desde el sur del país. En el sur de Mendoza tuvo una duración de cuatro horas y media a siete horas, mientras que en el oasis centro (Valle Uco) fue entre media hora y cuatro horas y de dos y cuatro horas en los oasis Norte y Este.
Las temperaturas mínimas registradas por las estaciones de la Dirección de Contingencias Climáticas marcaron -2.9% en Los Campamentos (Rivadavia), -2,8 en Junín y -2,7 en Perdriel (Luján); -3,4 en Colonia Las Rosas (Tunuyán) y -2,6 en Vista Flores (Tunuyán); -3,8 en General Alvear y -3,4 en Palermo Chico (San Rafael).
La magnitud de los daños de la producción no sólo dependió de la intensidad y la duración de las heladas, sino también de las condiciones en que se encontraban las propiedades (riego, malezas, cortinas y otras labores culturales) y de la posibilidad de los productores de aplicar una defensa activa durante el transcurso del evento.