El programa de créditos del Bicentenario -por el que el Estado Nacional financia inversiones productivas a una tasa del 9,9% anual fija en pesos- lleva aprobados 269 proyectos por un monto total de 5.457 millones de pesos que generarán 18.140 puestos de trabajo genuinos.
Las empresas beneficiadas corresponden a todos los sectores productivos y a todas las regiones del país y más del 60% son pymes (164 de las 269 que recibieron el crédito). Una vez consolidadas, estas inversiones aumentarán las exportaciones en $ 11.880 millones y sustituirán importaciones por $ 3.048 millones al año.
Los sectores más dinámicos en la demanda de financiamiento productivo fueron el automotriz, para el que se otorgaron préstamos por 1.015 millones de pesos; laboratorios, con 489 millones; avícola, con $ 378 millones, y logística, con $ 304 millones. Les siguen autopartes, con $ 295 millones; electrodomésticos y electrónica para el hogar, $ 276 millones; carne porcina, con $ 255 millones; biocombustibles, con $ 228 millones; comercio, con $ 225 millones; alimentos y bebidas, con $ 221 millones de pesos; neumáticos, con $ 206 millones, y textil, 134 millones de pesos. Asimismo, empresas del sector plástico recibieron fondos por 120 millones de pesos, el de hotelería $ 118 y el vitivinícola, clave para el desarrollo de las provincias cuyanas, obtuvo más de $ 100.
Los proyectos presentados son evaluados por una Unidad integrada por los Ministerios de Industria, Economía y Agricultura, Ganadería y Pesca. Una vez otorgada la elegibilidad por parte de la Unidad de Evaluación, el sistema financiero evalúa el riesgo crediticio del proyecto y recibe por subasta los fondos del Banco Central.
La ministra de Industria, Débora Giorgi, sostuvo que “la preservación de las fuentes de trabajo y la generación de nuevos empleos es uno de los ejes de este modelo de desarrollo con inclusión. El sostenimiento de un mercado interno fuerte impulsa a los empresarios a invertir y a crear más trabajo, y el Estado impulsa los proyectos productivos a través de esta herramienta de financiamiento inédita en el país”, añadió.
Los créditos exigen que las empresas presenten garantías reales para poder ser aprobados -como prendas, fianzas o hipotecas- y una inversión extra que no puede ser menor al 20% del préstamo otorgado. Así, los créditos aprobados por el Estado nacional están generando inversiones productivas por $ 8.620 millones.
Para extender el certificado de elegibilidad, una Unidad de Evaluación verifica que los proyectos sean económicamente viables y, fundamentalmente, que cumplan con el perfil de emprendimiento que el Gobierno determina como estratégico: tiene que generar nuevos puestos de trabajo, debe sustituir importaciones en sectores claves, tiene que impulsar el aumento de exportaciones y también debe ser un proyecto que le otorgue competitividad a su cadena de valor. Se exige además que las empresas tengan probada trayectoria en la actividad y que cuenten con las garantías suficientes que requerirán posteriormente los bancos.
De hecho, los formularios de presentación del proyecto exigen información básica sobre la empresa (como la información contable, la situación fiscal y la descripción del proyecto) para asegurar el repago y que los fondos públicos se asignen adecuadamente a los fines solicitados.
