En la campaña 2022/23 los productores agropecuarios argentinos invirtieron en la actividad una cifra récord: nada más y nada menos que unos u$s 16.456 millones.
El detalle que cambia el sentido de las cosas tiene que ver con que se trató del peor año en materia climática, con un desastre productivo sin par.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) explicó cómo el sector hizo frente a esta situación. “En la campaña agrícola 2022/23, el sector productor de granos en Argentina enfrentó un desafío financiero sin precedentes debido a los altos costos de producción y la caída en la producción granaria del país. La inversión de u$s 16.456 millones fue la cifra más alta en al menos los últimos siete años”, aseguraron.
Los especialistas indicaron que se destacó por la inversión necesaria para afrontar la siembra y producción de diferentes cultivos. Fue en concepto de costos de siembra, pulverización e insumos.
“Tal registro se debió en gran parte a la conjunción de dos factores cruciales: el aumento significativo en los precios de los insumos agrícolas y el tercer año consecutivo del fenómeno climático La Niña, que generó una caída cercana al 40% en la producción granaria del país”, ampliaron.
FUENTES DE FINANCIAMIENTO
Desde BCR destacaron algunas variantes como capital propio, financiamiento de terceros y los correspondientes créditos bancarios, Mercado Argentino de Valores o el crédito comercial.
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En cuanto al capital propio, una parte importante de la inversión se financió de ese modo representando aproximadamente el 30% del total.
“Esto implicó que los productores realizaran un desembolso de u$s 4.937 millones para cubrir los gastos de siembra, insumos y pulverización. Esta proporción ha mantenido cierta constancia en los últimos años y demuestra la solidez financiera del sector agrícola”, explicaron.
En materia de financiamiento de terceros, para cubrir el restante 70% de la inversión, es decir, unos u$s 11.519 millones, los productores buscaron financiamiento a través de créditos bancarios, Mercado Argentino de Valores o el crédito comercial.
Los créditos bancarios fueron el 21%. “Los bancos jugaron un papel fundamental en el financiamiento agrícola, ofreciendo diversos instrumentos como las tarjetas agro, los forwards cedidos, el descuento de valores y otras líneas de crédito, tanto en pesos como en dólares”, explicaron.
Los préstamos y créditos otorgados por entidades bancarias representaron un total de u$s 2.470 millones.
En el Mercado Argentino de Valores la participación fue del 6%. Fue otra fuente de financiamiento clave, ofreciendo la negociación de cheques de pago diferido, facturas de crédito electrónicas y pagarés avalados o no avalados. Los productores obtuvieron aproximadamente u$s 708 millones mediante esta vía.
Y en el crédito comercial, que fue del 72%. La mayor parte del financiamiento provino de corredores, acopios, cooperativas, proveedores de insumos y traders.
“Estos actores del mercado agrícola ofrecieron préstamos, cuentas corrientes en dólares y pago en especie (canje de insumos por granos). El crédito comercial representó un total de u$s 8.341 millones, convirtiéndose en la fuente de financiamiento más relevante para la campaña 2022/23”, cerraron.
