En una estructura económica internacional signada por el progreso de las economías asiática y china, Llach explicó que estos países, en el mediano y largo plazo, cambiarán radicalmente su participación en el producto bruto internacional. “El centro económico se está desplazando inexorablemente del Atlántico al Pacífico. Estos mercados emergentes tienen una gran voracidad de recursos”, destacó el economista.
Frente a este escenario, Llach sostuvo que no se está experimentando un cambio coyuntural, sino de estructuras.
“En los próximos 15-20 años seremos testigos de un impacto en la demanda de alimentos de los países emergentes”, analizó.
En este contexto, para una inserción rentable de la estructura productiva argentina en el escenario internacional, manifestó que se debe -entre otros puntos- realizar un reemplazo gradual de las retenciones por impuestos a las ganancias e inmobiliario. “Estas medidas deben desarrollarse en un contexto de fortaleza institucional, integración social, acceso al conocimiento, federalismo político y desarrollo sostenible”, manifestó.
Llach destacó que la actual política económica enfocada al sector agropecuario se basa en cuatro aspectos: el ítem fiscal, tesoro nacional, el aspecto social y el argumento productivo-industrial.
En el aspecto fiscal, Llach remarcó que la política económica, a causa de la insolvencia, buscó posicionamiento fiscal mediante retenciones. En este sentido, explicó que cubrieron dos aspectos: las dificultades para recaudar otros impuestos, y la necesidad de evitar crisis. “Primero fueron retenciones muy moderadas a las exportaciones del 10%, en el 2002, con el argumento de evitar caer en una crisis”, explicó.
Como principal propuesta, Llach explicó que es fundamental la disminución gradual de las retenciones, y su reemplazo por los ingresos originados en los impuestos a las ganancias e inmobiliario. “En todo el mundo se usa el impuesto a las ganancias, ese debe ser el principal componente de un sistema tributario”, señaló. Llach también agregó que el impuesto inmobiliario es un complemento importante, a causa de su naturaleza federal.
En el plano social, el economista propuso un esquema de subsidios directos, que beneficien al consumidor y no al productor.
Llach señaló que es un error frecuente mirar hacia el sudeste de Asia.
Según analizó, no existe punto de comparación con estas economías, basadas en gran población y escasos recursos: “En nuestro país esta relación es inversa. Además, esos mercados ofrecen gran cantidad de mano de obra a muy bajo precio”.
En Argentina, según analizó Llach, el enfoque debe orientarse a los puestos de trabajo calificado, con base de salarios altos. Finamente, destacó la importancia de alcanzar acuerdos en la cadena de valor: “Debemos ocupar espacios en las góndolas en los supermercados del mundo”, concluyó.
La situación en el mundo
Llach auguró que 2008 y parte de 2009 será un período en donde se verá volatilidad de todos los precios, tanto en activos productivos como los commodities. “La economía norteamericana probablemente entrará en recesión. Estados Unidos, junto a Europa y Japón suman el 74% del PBI mundial”, destacó. Llach pronosticó que si esa economía experimenta una desaceleración, y se contagia en Inglaterra, Europa y Japón, se reflejará en las economías del resto de los países. El economista también hizo hincapié en el desarrollo sostenible, basado en una cooperación fluida entre el sector público y privado. “En los últimas tres deácadas, cada cinco años se han presentado en nuestro país fluctuaciones cíclicas, con un 10% de caída de producto”, explicó.