Lisandro Pierucci (37) puso primera y comenzó a correr la carrera de su vida. Luego de haber trabajado durante 12 años en una de las compañías proveedoras de agro insumos más importantes de la Argentina, no dudó en fundar un emprendimiento por el cual soñó por mucho tiempo, apuntado a la hidroponia.
“No es fácil dejar la estabilidad laboral y económica para comenzar a probar suerte en algo desconocido pero apasionante. Fui muy feliz en mi anterior trabajo donde tuve todo. Ahora es momento de comenzar una nueva vida emprendiendo y haciendo lo que siempre soñé”, sostiene el ingeniero agrónomo, oriundo de la localidad santafesina de Zavalla, donde montó originariamente su negocio natural.
El proyecto, lo lleva a cabo junto a su sobrino, Sebastián Camiletti, con quien comenzó a recorrer un mundo significativamente diferente al conocido pero sobre el cual estudió mucho durante su profesión: la producción de cultivos hidropónicos; es decir, sin tierra y solo con el agua como sustento.
“Estamos haciendo variedades de lechuga, rúcula y aromáticas. Comenzamos en el patio de mi casa en la localidad de Zavalla, Santa Fe, pero el proyecto nos quedó demasiado pequeño. Por esa razón, invertimos mucho dinero y esfuerzo en la remodelación de un galpón que será nuestra nueva sede en Álvarez”, contó Pierucci a Infocampo.
La localidad del sur de Santa Fe está ubicada a unos 15 kilómetros de Rosario, situación que le abre a los emprendedores un importante nicho de mercado.
“Nuestros consumidores buscan hortalizas frescas y con inocuidad. Ese segmento es el que debemos representar con calidad y cantidad”, insiste con expectativas el entrevistado.
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LA HIDROPONIA, UN SISTEMA QUE CRECE
Esta técnica de cultivo ofrece productos de excelente calidad, durabilidad y bajo uso de agroquímicos, lo cual es valorado por los consumidores.
“Soy un amante de la agroecología, siempre fue mi debilidad, con lo cual esta es una oportunidad que me da la vida para ofrecer productos que apuntan a la sostenibilidad alimentaria y a proteger la salud”, expresó.
Aunque la inversión inicial es alta, Pierucci considera que vale la pena arriesgarse para hacer lo que le apasiona.
“El proyecto ha tenido una recepción positiva por parte de los consumidores, quienes valoran la seguridad alimentaria y el cuidado del medio ambiente. Sin embargo, la inversión es alta, aunque es un producto que se comercializa a un valor diferenciado”, asiente.
La comercialización de las hortalizas se realizará en planta y se distribuirá en el gran Rosario. “Nuestros clientes nos identifican fácilmente. Logramos hacer una marca que es nuestra fortaleza a la hora de ofrecer el producto”, asegura el especialista.
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Por otra parte, reconoce que fue perfeccionando la técnica de hidroponia a medida que trascurría la generación del proyecto.
“Fuimos aprendiendo sobre la marcha y con mucha investigación. Mientras trabajaba en mi empleo anterior, por la noche, me capacitaba en hidroponía y fue así que generamos los conocimientos suficientes para iniciarnos en esta actividad”, asegura, aunque insiste que todavía tienen mucho por aprender.
LA PLANIFICACIÓN DEL ÉXITO
Pierucci dice que están planificando cultivar y comercializar unas 8.000 plantas mensuales de hortalizas de hoja con el nuevo proyecto que se está instalando en la localidad de Álvarez, denominado “Seges cultivos hidropónicos”.
“Es un proceso que lleva tiempo. Estamos empezando muy de a poco comercializando en negocios locales, en casa de familias, pero ahora apuntamos a lograr el ingreso en supermercados y comercios de cercanías del Gran Rosario”, sostiene.
Además, explica que el sistema hidropónico cimentado primordialmente en la utilización de insumos biológicos, orgánicos y de origen natural y la prácticamente nula utilización de agroquímicos, es uno de los aspectos principales que determina la elección de los consumidores.
“Es un producto de excelente calidad –argumentó- que se puede lograr con ninguna o con muy poca carga de agroquímicos. Esto es muy valorado por un amplio sector de consumidores que buscan diferenciarse”.
Por otra parte, mencionó que es un proyecto que utiliza muy poca agua, convirtiéndolo en otro aspecto sustancial que impacta positivamente en la búsqueda de mejorar las condiciones ambientales para producir.
EL OBJETIVO DE CUMPLIR SUEÑOS
Emprender en proyectos innovadores conlleva tener coraje y fuerza, más allá del conocimiento sobre el negocio. “Yo dejé una estabilidad laboral y económica de 12 años, donde fui muy feliz trabajando en el sector privado, para emprender en un negocio nuevo, del que estoy apasionado”, insiste el entrevistado.
En ese sentido, no duda que existen riesgos cuando uno deja un empleo tan importante y se mete de lleno en un sueño por cumplir. “Son riesgos que hay que asumir cuando queremos emprender en algo que nos apasiona. Entiendo que para muchos sea una locura, yo lo vivo de otra manera”, aclaró Pierucci.
Por último, dijo que no es el único sueño que desea cumplir en está etapa de su vida. “Me propuse cursar la carrera de Filosofía y en las próximas semanas, luego de numerosos años de estudio, estaré defendiendo mi tesis final de carrera”, informó con alegría.
“Lo hice entendiendo que Filosofía y Agronomía confluyen en aspectos primordiales en los últimos tiempos. Creo que estoy en un tiempo donde comienzo a cumplir sueños”, expresó convencido el entrevistado a modo de conclusión.