El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz se mostró este lunes junto al expresidente de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, y al actual titular de la entidad, Omar Príncipe, en el 106° aniversario del Grito de Alcorta, que incluyó la inauguración de un espacio conmemorativo y un monumento.
“Este es un lugar de conmemoración para los que fueron protagonistas del Grito de Alcorta, aquellos hechos históricos que se produjeron en un país que se desarrollaba, que crecía, eran las disputas de distintos sectores sociales para lograr incorporarse al proceso, para mejores condiciones económicas y mejores derechos políticos y civiles”, expresó Lifschitz en referencia al hecho histórico ocurrido el 25 de junio de 1912.
El gobernador recordó que ese “era un momento de desarrollo, de expectativas, de esperanzas, de una Argentina que era considerada una de las potencias emergentes más importantes del mundo, un gran país exportador. Y en ese escenario se dio el Grito de Alcorta, que representó la lucha de los arrendatarios, de los inmigrantes de los trabajadores del campo, para acceder a la propiedad de la tierra. Y ahí fue cuando surgió la rebelión, porque allí entendieron que ese modelo de explotación agropecuaria no le servía, no les daba el futuro que necesitaban”.
“Mi deseo en este día tan importante es que volvamos a confiar en nuestros productores, en nuestros empresarios, en nuestros técnicos y científicos, tenemos capacidad para hacer las cosas que hay que hacer y hacerlas bien, hay que apostar en lo nuestro. Un futuro que tiene que ser inclusivo, incluir a las provincias del interior, a las economías regionales, podemos ser competitivos en un mundo desarrollado, ser grandes exportadores”, resaltó Lifschitz.
Por su parte, Príncipe destacó que en el lugar “empezó no sólo la historia de Federación Agraria Argentina, sino una verdadera revolución social. Esa huelga que se inició en 1912 no sólo era un reclamo chacarero contra los contratos leoninos. Fue una gesta que cambió la vida de miles de trabajadores de la tierra y del interior del país. La Argentina era por entonces gran exportadora de trigo, de carne y de cuero. Pero esas riquezas quedaban concentradas en pocas manos. El Grito de Alcorta pone en la agenda pública un pedido de igualdad, de condiciones más justas. Se logró avanzar. Y se institucionalizó aquella lucha con la creación de la FAA, pero habiendo pasado poco más de cien años de esa gesta, decimos que todavía queda mucho por hacer”.
“Este es un momento de gran orgullo. Porque recordar nos fortalece, siempre. Pero en este espacio conmemorativo que hoy se inaugura, lo que vamos a poder hacer es encontrarnos, para aprender de la historia, poder debatir y organizarnos para seguir peleando por las políticas diferenciadas, la Ley de Arrendamientos, una Ley de Semillas que proteja a los agricultores y todas las banderas históricas de la Federación Agraria, que nacieron acá mismo y que hoy se levantan en todo el país”, sostuvo el dirigente rural.
Y se refirió al paro nacional que se llevó a cabo durante el lunes. “Esto significa que hay que trabajar por un país más justo. El hecho de que haya un 30% de pobreza y un 10% de indigencia significa que tenemos que seguir luchando para revertir esas desigualdades, que no sólo se trata de conseguir mejores condiciones para los agricultores que representamos. Como nos enseñaron los huelguistas de 1912, que juntaban su reclamo con el de la comunidad, con los comerciantes y vecinos de cada pueblo del interior”, consideró.
Cómo es el nuevo monumento
La obra tiene 400 metros cuadrados cubiertos y cuenta con espacios que rememoran y celebran el Grito de Alcorta “de manera presente y activa, sirviendo como ámbito de encuentro ciudadano y chacarero, superando el solemne monumento de antaño”, según detalló el gobierno de Santa Fe.
El edificio despliega diversos programas públicos y culturales, auditorio para eventos, cine, teatro y sala de exposiciones permanentes y temporarias sobre la gesta, articulados por un elemento exterior unificador y plegado de escala monumental que carga un “fuerte contenido estético expresivo y conmemorativo”.