El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, manifestó hoy que las pérdidas a causa de las inundaciones por las lluvias registradas en las últimas semanas en esta provincia se estiman “entre 15 y 20 mil millones de pesos”, y anunció que en la jornada viajará a Buenos Aires para mantener reuniones con funcionarios nacionales para planificar obras, y solicitar ayuda económica para paliar la grave situación de los damnificados.
En declaraciones a la prensa formuladas esta mañana, el gobernador santafesino puso de relieve que “la crisis hidrica no ha terminado, es posible que haya nuevas lluvias en las próximas semanas”.
“Las precipitaciones afectaron entre 80 y 90 localidades, las lluvias fueron mayores a las previstas”, indicó Lifschitz y resaltó que “también se incrementaron zonas cultivadas con soja, hubo desmontes, se hacen canales muchas veces clandestinos, el suelo tiene menos capacidad de absorción y aguas abajo se van generando los mayores problemas”.
“La problemática es seria, va mas allá de la provincia, por eso hoy voy a Buenos Aires a reunirme con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, para insistir sobre la necesidad de una planificación, que excede a esta provincia e involucra a provincias vecinas, como Còrdoba y Santiago del Estero, por ejemplo”, consignó.
“El gobierno nacional se hizo presente rápidamente, se interesó de los problemas, envió funcionarios a tomar contacto con nosotros y encontrar soluciones para los afectados; en la coyuntura hemos tenido una muy buena respuesta, ahora tenemos, lógicamente, que esperar las soluciones”, afirmó.
Luego señaló que “tambièn esperamos que a nivel nacional se ratifique y homologue la extensión de la emergencia económica y desastre declarada el año pasado, en 18 de los 19 departamentos, para que tenga impacto sobre todos los impuestos nacionales y beneficie a productores no sólo con las prórrogas y extensiones a nivel provincial”.
Seguidamente, Lifschitz expresó que “los tamberos, que venían golpeados, prácticamente recibieron ahora un golpe fatal, y al sector agropecuario lo toma con la soja bajita, por lo que el daño puede ser muy grande”.
“Estimamos que las pérdidas son entre 15 mil y 20 mil millones de pesos”, acotó el gobernador, y añadió: “son cifras realmente importantes, no se puede resarcir al productor sus pérdidas, pero si brindarles las herramientas para que puedan recuperarse, que puedan volver a comprar semillas e insumos, que vuelva a poner en marcha la rueda de la producción, otro tanto para el sector tambero que necesita recuperar capital de trabajo y requiere financiamiento a largo plazo con años de gracia, sino están condenados a una desaparición forzosa”.
Finalmente, el gobernador de Santa Fe puso de relieve que “la provincia pondrá su parte, haremos un aporte muy importante, pero necesitamos también la ayuda nacional”.