Luego de tener tres días paralizada su producción por una huelga, la pyme Lácteos Barraza acordó una solución al conflicto con la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la Argentina (Atilra) y desde esta noche volverá a producir en su planta de la ruta provincial 40, entre General Las Heras y Navarro.
El lunes pasado, los trabajadores de la empresa, que ocupa a 150 personas y es una conocida auspiciante de la camiseta del Club Atlético All Boys, empezaron un paro, entre otros motivos, para reclamar que cuatro empleados de una empresa tercerizada de seguridad que opera en el lugar pasaran a las filas del gremio de Atilra.
Según trascendió, como el propietario de la empresa de seguridad se negaba a realizar ese cambio, finalmente se negoció con el gremio lechero buscar otra firma que esté dispuesta a poner sus empleados en Atilra. Llamativamente, en medio de la mesa de discusión los representantes del sindicato lechero sacaron una lista de compañías de seguridad sugeridas por ellos mismos.
La policía está apostada en la entrada de la planta de la pyme láctea.Foto:AtilraPor otra parte, a la hora de cerrar el acuerdo el gremio lechero le mandó a la pyme láctea, según confió a La Nación una fuente de la empresa, una carta documento reclamando el pago de unos $ 10 millones en concepto de un bono solidario por trabajador.
Desde hace meses, decenas de pymes lecheras están en una batalla judicial contra Atilra porque se niegan a pagar una cuota solidaria de $ 2400 por trabajador por mes que va a parar directo al gremio y que le permitiría embolsar unos, de acuerdos a cálculos de empresas, unos $ 700 millones por año.
“Aquí no hubo despidos, de hecho, incorporamos más de 15 personas en los últimos tres meses y estamos con los sueldos y cargas sociales al día. No tenemos bien en claro qué plantean cuando quieren que los empleados de una firma de seguridad contratada pasen al convenio del gremio”, señaló una fuente consultada. “Acá lo que quisieron hacer es una demostración de fuerza para otras empresas”, añadió. Atilra, que movilizó hasta el lugar a casi 1000 personas, incluso de otras firmas lácteas, es conducida por Héctor Ponce, para muchos “el Hugo Moyano” -por su capacidad de movilización- de la industria lechera.
En tanto, Atilra había difundido ayer una comunicación de los trabajadores que señalaba que la medida de fuerza se tomó, entre otros motivos, por “malos tratos, persecución y acoso laboral para con aquellos compañeros que efectuaban reclamos laborales”, “condiciones de falta de seguridad en las instalaciones industriales”, “falta de higiene en instalaciones y dependencias de descanso y vestuarios de trabajadores”, “precarización del trabajo mediante contratos temporarios fraudulentos”, entre otros puntos.
Respecto de estos planteos de los trabajadores, en la empresa dijeron que “son mentiras” y agregaron: “Están todos en blanco y los sanitarios y oficinas de un edificio nuevo se están haciendo”.
Desde Apymel, la cámara que agrupa a las pymes lecheras, se denunció que había un “piquete” frente a las instalaciones de la empresa con 1000 personas -llevadas por el gremio desde otras industrias- “impidiendo la entrada de gente y amenazando otras pymes”. Sin embargo, en su página web Atilra desmintió los bloqueos y consignó un acta policial que decía que se encontraban en las banquinas.
