El Gobierno español, en la búsqueda de organizar la actividad de las granjas bovinas en ese país, ordenó que ningún establecimiento posea más de 725 vacas lecheras.
Se trata de una medida que fue comunicada por el Consejo de Ministros para garantizar la competitividad de las unidades económicas familiares, un eslabón preponderante en la actividad.
“El sector bovino ocupa la segunda posición por detrás del sector porcino en cuanto a importancia económica de las producciones ganaderas. La producción de leche y carne de vacuno representa más del 30% de la producción final ganadera en España”, estimaron.
LAS METAS DEL “PACTO VERDE”
En un comunicado, sostuvieron que “el Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto por el que se establecen normas básicas de ordenación de las granjas bovinas, que hasta ahora no contaban con una normativa nacional que regulase su ordenación sectorial, como sí ocurre con otros segmentos ganaderos como el porcino o el aviar”.
La comparación surge también de la necesidad de conjugar la actividad ganadera española con las metas de compromisos medioambientales.
“Además, los retos planteados en el marco de la nueva Política Agraria Común 2023-2027, y los desafíos del Pacto Verde y de las estrategias de la granja a la mesa y de biodiversidad de la Unión Europea, justifican la necesidad de esta normativa”, estimaron.
“Atendiendo al principio de proporcionalidad de toda norma, se establece una diferenciación entre los requisitos para las granjas de nueva instalación y las ya existentes: el decreto clasifica las granjas en diferentes categorías en función de su tamaño, al objeto de modular las exigencias en los distintos ámbitos de actuación de la norma”, sostiene lo resuelto.
LA RESOLUCIÓN DEL GOBIERNO
El objetivo es que el grueso de las granjas ya existentes de carácter familiar no vea comprometida su competitividad en términos de costes adicionales.
Por eso, apuntaron a los hechos concretos de la medida: “Con el objetivo de conseguir un desarrollo armónico y ordenado del sector, basado en la sostenibilidad en todas sus acepciones y el mantenimiento del tejido productivo en el medio rural, evitando la deslocalización, se establece una capacidad máxima para las granjas de nueva instalación establecida en 850 unidades de ganado (el equivalente a unas 725 vacas de leche, por ejemplo)”.