El Tablero de Comando Sectorial que de manera mensual elabora la Dirección Nacional de Lechería confirmó una merma en el nivel productivo de los tambos argentinos.
Durante la semana, la Cámara de Productores de Leche del Oeste de Buenos Aires (Caprolecoba) había advertido que los recibos en las usinas lácteas se “plancharon” por efecto de la sequía, que redujo la oferta de alimento para las vacas.
“Se paró el pasto y se puso más difícil poder cerrar la rotación del pastoreo. Esto obligó a usar más temprano las reservas y concentrados, y ha acentuado la suba de los costos de producción del tambo. Bajó el rinde de las vacas en litros por día y subieron los sólidos”, indicó Caprolecoba.
DATOS LECHEROS
El informe del Gobierno lo ratifica: en mayo, la producción tambera creció solo 0,4% en relación al mismo mes del año pasado.
Se trata de la tasa más baja en casi dos años, a excepción de enero pasado cuando se registró una leve caída interanual.
En cambio, la evolución de los denominados “sólidos útiles” (grasa butirosa y proteína), “subieron el 3,2% en enero-mayo 2022, más del doble que la suba de la producción medida en litros de leche (+1,4%)”, completó el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).