En la producción ovina, profesionales del INTA explican que los ectoparásitos provocan en los animales malestar, picazón y esto les genera estrés. A su vez, los distrae de la alimentación, por lo que pueden perder peso y condición corporal que se traduce en menor rendimiento en carne y lana, y consecuentemente, en pérdidas económicas.
En este sentido, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) aporta un conjunto de pautas para tratarlos cuando tienen lugar este tipo de inconvenientes.
Según el especialista en sanidad animal de la oficina de Trelew del servicio, Guillermo Duarte, la detección precoz de estos organismos en los ovinos permite un tratamiento más fácil.
Particularmente en la sarna, el del Senasa sostiene que una atención tardía perjudicaría el uso de tratamientos específicos contra esta enfermedad debido a la formación de lesiones crónicas con costras generalizadas.
En esta línea, ante la necesidad de evitar la denominada “falla en la eficacia de los productos”, la sugerencia del profesional del servicio es rotar con cierta frecuencia tanto el principio activo (fosforados, piretroides, ivermectinas, abamectinas, doramectinas) como también su forma de aplicación (baños o inyectables).
En relación a las dosis a aplicar, el del Senasa recalcó que es de vital importancia que se ajusten al peso del animal en la ocasión de que se trate de productos inyectables. De esta manera, se evita la sobre o subdosificación que podría derivar en una ineficacia en el tratamiento u otros efectos adversos.
Ante una falla en la eficacia del tratamiento contra la sarna, la alternativa que sugiere el técnico del Senasa es realizar baños por inmersión. Tras unos estudios realizados en los campos experimentales del servicio, al realizar dos aplicaciones en condiciones controladas y bajo el cumplimiento de las indicaciones del prospecto del producto utilizado, se halló que los animales no presentaron inconvenientes.
Como resultado, surge como una variante en el manejo de estas afecciones para situaciones de ectoparásitos en ovinos en campos donde eventualmente se generó una falla en el tratamiento con productos inyectables.
Por último, ante una situación de esta índole, Duarte recomendó consultar siempre a un médico veterinario y utilizar productos registrados y aprobados por el Senasa.