En el norte de la Patagonia, los productores ovinos comenzaron a probar una nueva estrategia de manejo: el engorde a corral.
Según explicaron desde el INTA, este manejo brinda una serie de ventajas a los productores, porque pueden aprovechar los animales que ya no dan un rédito económico a campo.
A tal conclusión se llega de la mano del trabajo que el organismo de investigación está desarrollando desde hace dos años con dos cooperativas del norte de la Patagonia, en el que llevan adelante esta práctica con ovejas de refugo y categorías inferiores.
Entre los primeros datos obtenidos, permite obtener una ganancia diaria de 120 gramos.
EL ENGORDE A CORRAL EN OVINOS
Andrés Gaetano, del INTA, destacó que la experiencia de engorde a corral se articula en base a dos premisas: la sostenibilidad ambiental y económica.
En el primer caso, permite descargar a los animales menos productivos, que siguen pastando y deteriorando el pastizal del campo.
Desde una mirada a la rentabilidad, permite generar ingresos en un momento que por estacionalidad de la actividad, no existen.
“Ayuda a descargar los campos y mejorar la calidad de la carne para lograr un producto apto para consumir y comercializar, asimismo se obtiene algunos kilos de lana para la venta”, sostuvo el especialista.
Y agregó: “Esta práctica genera un ingreso extra para las familias rurales de la zona en una época del año sin actividad productiva”.
Impulsan el engorde a corral de ovinos para revalorizarlos
Con acompañamiento del @intaargentina, cooperativas del norte de la Patagonia llevan adelante esta práctica productiva para aprovechar la carne y la lana de las ovejas.
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— INTA Informa (@INTAInforma) November 14, 2023
LOS NÚMEROS DE LA EXPERIENCIA
La primera experiencia de engorde se llevó a cabo en 2022 y la segunda este año, con un total de 680 ovejas viejas, 70 capones y 200 corderos engordados entre los dos ciclos de otoño e invierno.
La ganancia diaria de peso promedio fue de 120 gramos. “El año pasado recibieron $3.300 promedio en carne y este año recibieron $4.850 por animal. La cooperativa no percibe dinero por la operatoria sólo recupera los fondos ejecutados en los gastos operativos, como forraje, mano de obra, logística y tratamientos sanitarios, entre otros”, indicó Gaetano.
El especialista calculó que el año pasado, una oveja vieja se comercializaba en no más de $2.500, mientras que en el engorde entre carne y lana en promedio percibieron $5.000, un 100 % arriba. Este año la oveja se ubicó sobre los $4.500, mientras que entre carne y lana se percibió un mínimo de $7.850.
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En la zona donde se lleva a cabo el engorde, entre abril y fines de octubre hay heladas, mientras que entre noviembre y marzo casi no se registran.
“El engorde a corral garantiza que los animales que posiblemente mueran en el invierno porque son viejos, están flacos o son corderos muy chicos no sigan en el campo comiendo pasto”, explicó Gaetano.
Con marzo como fecha límite, todos los animales de descarte que están en el campo son retirados. Al no tener un mercado para la venta, esta práctica productiva los lleva a una red comerciable, que es redituable tanto para productores como consumidores.