Hasta la fecha, ya se ha sembrado el 90% del trigo pero las lluvias caídas y pronosticadas sobre las 330 mil hectáreas pendientes, generan incertidumbre en cuanto a poder concretar el área total proyectada del cereal, que se estimó en 5, 45 millones de hectáreas. “Aún hay tiempo de cubrir el área faltante, que son 80 mil ha en La Pampa y 330 mil en Buenos Aires. Pero, en esta última, casi el 80% de los lotes que restan está en la franja central, donde están las áreas más problematizadas por los excesos hídricos. Por otro lado, tras la secuencia de tormentas que vienen desarrollándose desde fin de julio, hay notables pérdidas de lotes recientemente sembrados. En la provincia de Entre Ríos y en el noreste, centro y oeste bonaerense, los productores están resembrando los lotes afectados, en la medida que el clima lo permite”, explicó la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Al igual que en la campaña pasada, la persistencia del clima húmedo y lluvioso, impidió sembrar lo proyectado. “Es muy difícil en este momento prever el cumplimiento de los planes de siembra que faltan. Por el momento no hay cambios en los vientos que podrían hacer que no llegue la tormenta que se espera para este viernes 11 de agosto”, señalaron desde la BCR. El Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta por tormentas fuertes y precipitaciones que, en algunos casos, podrían superar los 50 mm en el centro y sudeste de Buenos Aires.
Trigo 2016/17
La BCR realizó un ajuste a la suba en la cifra de la producción del trigo 2016/2017. Respecto de la anterior estimación, se aumentó la superficie sembrada en un 2,5%, lo que deja al área en 5,32 millones de ha. La entidad sigue considerando el mismo nivel de rendimiento nacional, un promedio 33,3 qq/ha, y una superficie que no fue cosechada de 165 mil ha. Así, la campaña dejó una producción de 17 M de tn.
Trigo 2017/18
Si bien los especialistas tienen dudas por lo que pueda suceder en los próximos días con las lluvias y su impacto sobre la siembra, la GEA mantiene el guarismo de siembra del mes pasado y sigue estimándose la siembra de trigo 2017/18 con el potencial de cubrir 5,45 M de ha.
“En los primeros 10 días de julio hubo lluvias importantes en la región, que incluso contradijeron el patrón invernal y se aventuraron hacia el oeste, alcanzando a la provincia de la Pampa. El ambiente estuvo dominado por la alta humedad y por temperaturas que poco han tenido de invernales. Luego vino la gran helada del invierno. La entrada de aire polar envolvió a todo el país con temperaturas extremadamente bajas, resintiendo en especial los trigos de Córdoba y de Chaco, para luego, tras una semana, desaparecer. De nuevo con los motores en marcha del viento norte, el traslado de aire húmedo y caliente puso en marcha una nueva etapa de lloviznas, tormentas y acumulados puntuales importantes, que siguen prologándose en estos primeros días de agosto. Llega así la emisión de este informe, teniendo a sólo dos días por detrás lloviznas y tormentas que han dejado acumulados puntuales importantes”, detalló la Bolsa rosarina.
Como consecuencia de las malas condiciones ambientales, los lotes que aún quedaban por sembrarse con el cereal, han sido afectadas. “Por delante, no parece haber alivio, sino todo lo contrario, porque para este vienes 11 de agosto se espera el paso de un fuerte frente. Este pasaría con mayor intensidad justo por las áreas más sensibilizados por las problemáticas de excesos: la franja central de buenos Aires, el noreste bonaerense, el sur y centro este de Santa Fe y Entre Ríos”, lamentaron los técnicos de la GEA.
Por su parte, las lluvias han vuelto a ser frecuentes desde fin de julio en la provincia de Buenos Aires, dejando importantes milimetrajes. “Esta situación está amenazando con desbaratar al 80 % de las 330 mil ha que faltan por sembrarse con trigo. En la importante cuenca triguera de Tres Arroyos, de las 320 mil ha que se cultivaron el año pasado con trigo, este año se espera que el cultivo se expanda, abarcando 470 mil ha. Allí faltan por sembrar 60 mil ha y hay buenas posibilidades de completar la siembra. Esta zona ha estado menos afectada por estas últimas descargas. En cambio en Tandil, la situación es más complicada. El retraso de las siembras mantiene aún en dudas la concreción de las 170 mil ha que restan. De lograr implantarlas, el área expresaría un notable crecimiento por encima del año pasado, alcanzando 385 mil ha. Allí, el año pasado se sembraron solo 180 mil ha. El centro y el centro oeste provincial suman 90 mil ha que están aún pendientes de sembrarse. Esta es el área más afectada por los excesos, y por ello, la que más depende del comportamiento del clima de los próximos días para lograr sus objetivos de siembra”, precisó el informe de la entidad.
En tanto, las buenas condiciones hídricas y las altas temperaturas de estas últimas dos semanas están permitiendo una pronta recuperación de los trigos de Córdoba. De acuerdo al relevamiento de la GEA, tras las heladas de mediados de julio, se notó un fuerte daño del área foliar que está siendo subsanado. En general, los cuadros están transitando etapas de macollaje sin problemas sanitarios. Hay zonas en el norte provincial con algunas deficiencias de agua pero no son limitantes para el cultivo. El trigo cubre este año en la provincia 1,31 M de ha, cifra similar a la cobertura del anterior ciclo 2016/2017.
En Entre Ríos, debido a problemas hídricos no se pudo sembrar toda la superficie proyectada. El nivel de siembra cayó, llegando a valore del año pasado, es decir 267 mil ha. “Predominan las condiciones buenas, y en estas últimas semanas se han vuelto a implantar lotes que se malograron tras las lluvias. Lo mismo ha sucedido en el noreste de Buenos Aires, donde se terminaron de resembrar los últimos cuadros afectados la semana pasada. En el centro y centro oeste de Buenos Aires sucedió lo mismo pero aún no han podido completarse las resiembras de los cuadros afectados”, informó la BCR.
En Santa Fe, también quedó acotado el crecimiento de área triguera en este ciclo por los problemas hídricos. Según la Bolsa rosarina, pasó de 825 mil a 850 mil hectáreas en la presente. “Se destaca el crecimiento del norte y centro provincial. Las mejores condiciones de siembra en este año colaboraron en sumar aumentos de coberturas en torno del 10 al 15%. En cambio hacia el sur de Santa Fe, los problemas por anegamientos y malas condiciones de los lotes y los caminos limitaron las posibilidades”, indicó la GEA. En el centro sur de Santa Fe, el área de trigo subió casi un 5%, solamente. El sur de Santa Fe quedó incluso por debajo, entre un 3 y 12% respecto al anterior ciclo.
“El ciclo pasado, gran año de producción triguera con rindes récord o de los más altos en gran parte del país (excepto en el sudeste bonaerense), el frío fue un aliado muy importante del cultivo. Y sin embargo también fue un año con enormes problemas de excesos y altas napas. Pero las bajas temperaturas fue una variable de éxito destacable. Por un lado, colaboraron en subir la tasa de emisión de macollos. Por el otro, la continuidad del frio del invierno en los meses de primavera le impuso un freno al desarrollo de enfermedades”, repasó la BCR.
Las temperaturas de julio de 2017 fueron superiores a las medias históricas mensuales. “Esta tendencia no parece que vaya a interrumpirse en lo que resta de agosto. El frío, una gran variable del desempeño del cultivo, no parece estar alineado para repetir los altos niveles de productividad que se observaron hace un año”, lamentaron desde la entidad.
No obstante, a favor de este ciclo del trigo 2017/2018, la BCR destacó, por un un lado que no hay limitantes importantes de humedad. Si bien en el oeste cordobés empieza a marcarse la faltante, en niveles profundos del suelo se mantienen las buenas reservas, indicó. Además, los controles de malezas y las refertilizaciones se están haciendo con eficiencia, haciendo uso de la mejor tecnología disponible. Y por otra parte, la condición del cultivo que la BCR releva en las principales provincias de la región pampeana indica que la condición buena a muy buena prevalece.