Un informe de la Secretaría de Agricultura precisó que entre enero y noviembre de 2006, la producción de leche tuvo una recuperación del 7%, con respecto al mismo período de 2005.
En un principio, estimaciones privadas auguraban un incremento cercano al 10%, pero en los últimos meses se frenó el aumento. De hecho, en noviembre el volumen producido fue 0,2% inferior al de octubre.
En el mismo período, las exportaciones significaron el 35% de lo producido, al enviarse al exterior unas 323.000 toneladas, que dejaron al país u$s715 millones. Sin embargo, la Secretaría de Agricultura anticipó que ni bien se concluyan los cómputos de diciembre, el volumen embarcado llegaría a los u$s 800 millones.
Este aumento de casi el 29% en volumen y 27% en valor, respecto de igual período de 2005, implica un cambio radical en la histórica estructura de la lechería, que destinaba a los mercados externos menos del 10% de la producción total del país.
Guillermo Draletti, presidente de la Unión General de Tamberos, recordó a Infocampo que recién en los últimos años se llegó a un 20% de la producción con destino a la exportación y advirtió que en el período comprendido entre 1991 y 1993 incluso el porcentaje llegó a ser negativo.
El dirigente calificó a la cifra de brutalmente exportadora, y consideró que la reciente conformación de un fondo compensador lácteo evitará que estos valores internacionales se trasladen a la mesa del consumidor.
El consumo interno demanda unos 7.500 millones de litros de leche, a partir de la ingesta de poco más de 200 litros por habitante por año, por lo que un potencial incremento de las colocaciones externas requerirá indefectiblemente de un crecimiento de la producción y un aceitado funcionamiento del fondo compensador.
En este sentido, Draletti evaluó que con un precio pagado al tambero de 60 centavos por litro, se podría incrementar la producción durante 2007 en un 6 ó 7%.
Pero el pago al tambero dependerá en gran medida de las cotizaciones internacionales del producto. En diciembre, los embarques desde la Argentina se cotizaban a un promedio de u$s2.237 la tonelada, mientras que en Oceanía se pagaba u$s2.700. Sin embargo, fuentes privadas indicaron que las industrias argentinas cerraron contratos en los últimos meses entre u$2.800 y 3.000 por tonelada.
Marianela Garbini