Tener un caballo no solo provee una gran satisfacción sino que también hay que tener mucho cuidado en su bienestar y mantenerlo en excelentes condiciones para prevenir las principales enfermedades que se comentaran a continuación.
Por empezar, las patas son una de las partes más importantes de los caballos, pero sobretodo sus cascos ya que con esta parte, los caballos pisan y contactan directamente con el suelo, soportan su propio peso y resisten el impacto del golpe con el suelo.
Frente a este escenario, Infocampo recolectó información de profesionales veterinarios, quienes brindaron recomendaciones acerca de cómo prevenir y que recaudos tomar para mantener a los animales, en las mejor condiciones.
Aseguran que la clave está en conocer los síntomas, ya que un primer diagnóstico a simple vista puede ayudar a combatirlas desde el primer momento.
Cascos secos y agrietados
Especialistas equinos informaron que si tu caballo camina normalmente por superficies duras como el asfalto, hormigón, cemento, o que constantemente trabajen con carga, es posible que los cascos estén muy secos o incluso agrietados.
Si es así, puede que los cascos se descamen o se rompan, por lo que es importante cuidarlos e hidratarlos.
Laminitis
Esta es una enfermedad más populares entre los equinos, que afecta a las láminas. Cuando las láminas, que unen el hueso pedal al interior del casco, se debilitan provocan que el hueso gire y se separe del casco.
Inmediatamente a causa de esto, el caballo comenzará a sufrir dolores y cojeras.
• Para evitarlo, los veterinarios recomiendan recortar los cascos correctamente, no abusar de los cereales y los azúcares en su alimentación y evitar que el caballo corra demasiado por superficies duras.
• No se debe obligarlo a andar y mucho menos a hacer trabajos forzosos, aplicar frío en el casco y algún tipo de sustancia que pueda servir como antinflamatorio, etc.
Candidiasis
Cuando la humedad es bastante alta, puede aparecer una bacteria que destruye y descompone los tejidos de los cascos.
Suele ser muy sencilla de identificar, debido a que produce un olor muy fuerte, lo que puede indicar que el pie de nuestro caballo esté comenzando a “pudrirse”. Actualmente existen varios productos que ayudan a eliminar la candidiasis de nuestro caballo por completo.
Aseguran que para evitarla, simplemente se debe limpiar regularmente los cascos para que no se creen humedades y así la bacteria no pueda aparecer.
Síndrome Navicular
Se define como la inflamación del tejido que rodea el hueso navicular de la pata del caballo. Las principales causas por las que puede aparecer el síndrome navicular suelen estar en la mala colocación de las herraduras o en los cortes de cascos erróneos.
Se cree que hoy en día no existe un tratamiento concreto para eliminarla, pero sí existen algunas técnicas que ayudarán a que la inflación no sea muy elevada.
Una señal de nuestro caballo, puede ser que evite poner presión en los talones de sus pies.
Abscesos
Son causados por agentes patógenos que se expanden por los cascos del caballo. Suelen ser el resultado de un golpe en la parte más blanda o incluso algún tipo de pinchazo o herida. Por lo general provocan hematomas, cojeras o heridas dentro del casco.
Para evitarlo, se debe mantener sus patas limpias. Si se observan signos de alguna lesión, recomiendan aplicar productos que actúen directamente en las heridas del casco.
Quiltor
Quizás sea esta una de las afecciones más raras que pueden verse en los cascos de un caballo. Se ocasiona por una materia de origen desconocido que penetra en la pierna del equino hasta llegar a situarse en la base del casco, lo que implica que pueda darse el caso de que para evitar que se prolongue haya que cortar parte del propio casco. Esto se traduce en serios problemas de movilidad futuros para el animal.
Para evitarlo, normalmente se suele cortar la parte del casco contaminada, por lo que acarreará al caballo problemas de movilidad.
Como conclusión, las recomendaciones son estar pendiente de las actitudes de los animales, para observar signos de una posible enfermedad y detectarla a tiempo.
Desde ya, se recomienda siempre llamar inmediatamente a un veterinario. Esta información es solamente para ser consciente y lograr una detección temprana.