Después de los temporales ocurridos en las principales regiones productoras de soja en el país, los cultivos se encuentran atravesando un momento crítico en el que se llevan adelante los controles fitosanitarios de enfermedades como la roya asiática, mancha anillada, mancha marrón, mancha ojo de rana y púrpura que están afectando a las plantas tras las reiteradas y abundantes lluvias caídas. De acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario, en la región pampeana se estiman pérdidas asociadas a las lluvias en torno a las 720.000 hectáreas.
“La roya asiática es uno de los ejemplos de una de las enfermedades más importantes del cultivo, ya que el carácter explosivo de sus epidemias y los daños registrados en la región, obligan a que su control sea considerado especialmente. La presencia de agua libre en la superficie de las hojas y las altas precipitaciones y temperaturas que rondan entre los 16 y 24°C, contribuyen a la aparición y desarrollo de esta enfermedad”, explicaron los técnicos de BASF, quienes brindaron algunos consejos para que los productores se mantengan alerta durante las distintas fases de los cultivos.
“El beneficio potencial de la acción de los fungicidas en el rendimiento de soja depende de la cantidad de lluvia registrada en el intervalo de R3 a R5, pero el momento preciso de la aplicación dependerá del ambiente y las lluvias durante dicho período crítico. Dependiendo de las condiciones ambientales, la aplicación de fungicida podría realizarse en R3, R4 o R5″, precisaron los especialistas de la empresa.
“Principalmente es importante medir la cantidad de lluvias desde R3 en adelante y cuando las lluvias acumuladas alcancen para este año los 50 a 60 mm, se recomienda proceder con la aplicación del fungicida”, dijo el gerente de Cultivo de Soja, Juan Pablo Migasso.
“Otra alternativa es proceder en base a un pronóstico climático muy preciso en tiempo y volumen. En este caso, cuando el pronóstico predice la ocurrencia de 50 a 60 mm de lluvia entre R3 y R5, se indica proceder a la aplicación antes de que comiencen las precipitaciones”, agrega Migasso y concluye: “En este último caso hay más riesgo, ya que depende del pronóstico. Las lluvias entre R1 a R3 no son significativas para respuesta al uso de fungicidas”, agregó.
Dentro de su portfolio, BASF recomendó utilizar Opera®, “un producto que aplicado de manera preventiva logra la mayor eficacia sobre enfermedades de fin de ciclo y Roya, junto con una mayor persistencia de acción y mayor respuesta en el rendimiento”. Los técnicos consideraron fundamental realizar evaluaciones frecuentes de monitoreo en el período vegetativo para detectar la aparición de pústulas de roya. “En el caso de que no se detecten hasta R3, se debe realizar la aplicación preventiva de Opera® en este estadío”, indicaron desde la compañía.