Con el objetivo de reunir información actualizada del sector de la producción de madera y muebles argentino, el INTI y FAIMA realizaron una encuesta a 447 firmas de todo el país. De los datos surge que más del 98% de las empresas son pymes, el 79% supera los 10 años de antigüedad y generan alrededor del 7% del empleo industrial.
La producción está abocada principalmente al mercado interno y alrededor de un 9% de las firmas encuestadas se dedica a la exportación, actividad en las que participan pymes pero es liderada por los grandes aserraderos.
La mayor parte de sus ventas está destinada a productos mayoristas, especialmente en aquellas que se especializan en envases, pallets, aserraderos y remanufactura, salvo el rubro carpintero que comercializa más de la mitad de sus productos directamente al consumidor final.
La productividad laboral mensual, medida por la facturación por empleado, promedia los $105.000. En el caso de las empresas grandes el valor es mayor (entre $180.000 y $270.000).
La inversión de la industria maderera en los últimos 5 años estuvo destinada principalmente a la adquisición de herramientas (63%) y maquinarias (55%). Otro dato es que el 56% del equipamiento fue renovado en la última década y un 3% tiene menos de un año.
La principal problemática detectada por los industriales tiene que ver con trabas en el acceso al financiamiento, que obstaculizan la inversión y la competitividad. Entre las dificultades propias de las empresas le siguen en importancia la organización de la producción, los problemas de personal (capacitación y ausentismo), estrategias de venta y equipamiento insuficiente.
Uno de los aspectos de mayor debilidad en el sector es el relacionado con las tecnologías blandas o de gestión empresarial. Es muy alta la proporción de empresas, especialmente las más pequeñas, que cuentan con sistemas de gestión productiva y administrativa elementales. El 57% de las que contestaron la pregunta, no llevan contabilidad sistematizada, el 52% no cuenta con sistemas de costos, el 54% no realiza mediciones de productividad y son escasas las firmas que declaran utilizar normas técnicas o contar con asistencia externa en gestión empresarial o diseño de productos.
“Los resultados arrojados por el informe permitirán tomar decisiones empresariales y de políticas públicas adecuadas para el desarrollo del sector”, anticipa Alfredo Ladrón González, director del Centro de Madera y Muebles del INTI.