La roya de la soja es una enfermedad explosiva, producida por un hongo. Sus esporas se diseminan a través del viento y cuando se da una interacción favorable entre el patógeno (la roya), el hospedante (la soja) y el ambiente, se desencadena la enfermedad. Es importante considerar que las condiciones ambientales para la evolución de la roya se presentan a lo largo de todo el área sojera del país, lo que constituye un riesgo potencial para la misma.
Por tal motivo hemos decidido continuar con la implementación del Programa Nacional de Roya de la Soja, cuyo objetivo principal es generar acciones que contribuyan a facilitar el manejo de la enfermedad y minimizar las consecuencias productivas y económicas que pudiese ocasionar su aparición.
Dado que la roya de la soja es una enfermedad “nueva” en el país, se han puesto en marcha acciones orientadas a la detección temprana de la enfermedad, a la capacitación de los agentes involucrados, a la difusión de información y estrategias con respecto a su manejo, así como al apoyo a la investigación.
Algunas acciones para esta nueva etapa serán:
l La incorporación oficial de los gobiernos de Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos a las actividades del programa.
l Realizar una detección temprana de la enfermedad, alertando a tiempo al productor.
l Continuar con las tareas de relevamiento y oficialización de la presencia de la enfermedad en la zona que comprende a Córdoba y Buenos Aires.
l Ampliar la red oficial de monitoreadores y la de laboratorios de diagnóstico.
l Mantener las actividades de capacitación y fortalecer las acciones de difusión a técnicos y productores.
Cabe destacar la importante labor de los investigadores, tanto del INTA como de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, perteneciente a la provincia de Tucumán. Con ellos se trabajará en la evaluación de cultivares y estamos pensando en crear una red oficial de ensayos de fungicidas. Por otra parte, el Senasa acaba de declarar a la roya de la soja plaga de la agricultura, lo que significa que deberán denunciarse las sintomatologías sospechosas en relación con esta enfermedad. Para denuncias y consultas, el Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo (Sinavimo), perteneciente al Senasa, habilitó un e-mail: rsoja@Sinavimo.gov.ar
Hasta la fecha no existen en el país variedades resistentes a la roya, mientras los institutos de investigación trabajan en ello hay que extremar cuidados, estar alerta y preparados para monitorear el cultivo, ya que la detección temprana del hongo permite la utilización de fungicidas con resultados exitosos.
Es aconsejable realizar el seguimiento del cultivo por lo menos una vez cada quince días durante la etapa vegetativa, al llegar al momento de mayor susceptibilidad de la soja, entre floración y comienzo de fructificación (etapa R3) hasta alcanzar el tamaño máximo de semilla (R6), aumentar la presión de monitoreo, llevándola a dos veces por semana. Si se detecta la enfermedad en estos estadíos, lo recomendable es aplicar fungicidas. Cuando la enfermedad ataca en estados más avanzados del cultivo no se recomienda el control químico, ya que no tiene consecuencias manifiestas sobre los rendimientos.
Por Miguel Campos
Secretario de Agricultura
de la Nación
Especial para Infocampo