“El precio tienta, se suman nuevos lotes a la superficie estimada, y se reforzará más la fertilización. La región podría implantar 1,35 M de ha y superar por un 1 M de Tn su último ciclo productivo”, aseguró la Guía Estratégica para el Agro.
Además, la Bolsa de Comercio de Rosario informó que “este año la región podría terminar incorporando 250 mil hectáreas a las 1,1 M de ha del año pasado. El centro y sur de Santa Fe es la zona que más entusiasmo muestra. Con la siembra avanzada, y en muchos casos casi finalizando, ya se habla de alargar la siembra y sumar más lotes. Hay áreas que se plantean un aumento de alrededor del 30%. El precio tienta, y la oportunidad es de oro; los suelos están cargados de agua y la necesidad por hacerse de recursos para la próxima gruesa apremia”.
“El objetivo de obtener trigos de alta productividad se ha instalado en la región. Todos los factores están optimizados para que sea posible alcanzar un nuevo techo productivo. La región empieza una nueva etapa, mucho más madura con el cultivo. En estos últimos años hubo un cambio muy fuerte en el manejo del cultivo que sigue profundizándose. Se apunta a más rinde, la fertilización será aún mayor que la del año pasado. Las dosis se intentan ajustar para obtener un rinde objetivo de 45 qq/ha, cuando en el mejor de los casos se hacían apuntando a 35 o 40 quintales. El cultivo ha mostrado una excelente respuesta, fertilizando para 40 quintales, muchos terminaron cosechando 60 quintales. Se está utilizando una genética muy productiva pero también muy susceptible a enfermedades. Ese es uno de los talones de Aquiles del cultivo en la región. Pero el manejo sanitario ya está apuntado desde el principio, otro punto fundamental que ha cambiado en el nuevo manejo que se hace del cultivo”, detalló el GEA.
En tanto agregó que “la adecuada carga inicial hídrica en el perfil y los días sin lluvias permitió que las sembradoras concretaran unas 215 mil hectáreas en esta semana. El buen tiempo aparte permitió cubrir todos los cuadros que estaban pendientes de realizar con ciclos largos. El norte de Buenos Aires continúa con atrasos en la implantación, cubriendo solo un 35% del área. Pero allí, son los ciclos cortos los que predominan. En el noreste bonaerense se comenzó con los lotes altos, el resto sigue dominado por el barro”.
