Juan Martín Rebolini, el director de la consultora Agropuerto, explica el fenómeno del trigo en términos de la oferta, y el del maíz, por el lado de la demanda.
El Dto. de Agricultura de los Estados Unidos (Usda), la referencia para todo aquello que sea estimaciones de cosecha, maneja una producción mundial de trigo de 585 millones de toneladas (Mt), que dejará un stock final de campaña de 119,3 Mt. En términos relativos, la producción se reduce en 2006/07 5% respecto de 2005/06 y 7% respecto de 2004/05.
Esto ya es una primera conclusión: pequeñas variaciones en la producción pueden generar grandes alzas en los precios.
âLa producción de trigo responde al estímulo del precio y cada diez años se dan picos de valor, porque los bajos precios desalientan la siembra, la producción cae y los stocks se reducen. En un momento esto genera una suba de los precios, que estimula la siembra, el aumento de la cosecha y la reconstitución de los stocks, y entonces los precios vuelven a acomodarseâ, sintetiza el consultor agropecuario.
En este año, la situación es particularmente favorable para el alza de los precios.
La India, un país que hacía rato que se abastecía, pasó a necesitar 6 Mt, lo cual lo convierte de buenas a primeras en un jugador de peso del mercado internacional.
Brasil vio fracasar su nueva cosecha más de lo esperado. A duras penas si trillará 2,5 Mt, contra las entre 4 y 5 que venía produciendo en las últimas campañas. Esto lo lleva a tener que importar unas 7 Mt, para satisfacer su consumo interno.
Para completar el panorama, por el lado de la oferta, la situación también se complicó. El caso más significativo fue Australia, el tercer exportador mundial, que por la sequía cosechará unas 11 Mt, contra su nivel habitual en torno de las 25.
Tampoco la Argentina se recupera y mantiene una modesta cosecha del orden de las 13 Mt, con lo cual apenas si puede abastecer exclusivamente a Brasil.
Ucrania, el sexto exportador mundial, también vio mermar su producción en unas 3 Mt, al punto que el gobierno de ese país, desafiando a los exportadores, decidió cuotificar sus ventas externas para preservar el abastecimiento de su mercado interno.
Yendo al maíz, con una buena producción mundial en torno de las 690 Mt, la explicación viene por el lado del consumo, que reducirán los stocks finales de 125 Mt en 2005/06 a 90 en 2006/07.
Acá se le asigna un papel importante al consumo de maíz para la producción de etanol en los Estados Unidos. De las 277 Mt de producción, el Usda estima que más de 50 Mt serán consumidas por las 105 plantas que existen en ese país dedicadas a la producción del biocombustible.
Según Rebolini, otro factor de peso es China, cuya economía en crecimiento impulsó el consumo de sus stocks del cereal y si bien las cosechas vienen siendo buenas ya empieza a dejar de tener la holgura de campañas anteriores.
Y acá viene la situación en la Argentina. ¿Podría esta gran ocasión que presenta el mercado externo transformarse en un calvario para los productores locales?
Por un lado aparece la molinería, que no está cubierta en su abastecimiento de trigo y tiene que salir a comprar con el precio que le fija la exportación, lo cual no sería grave (de hecho ya pasó en 2002 y en 1996) si pudiera trasladar esos valores a la harina. Pero los acuerdos de precio no se lo permiten.
Por otro lado, los polleros ya empiezan a dar señales que no podrán garantizar precios estables si la materia prima maíz continúa en valores de 350 $/t.
âUna situación de emergencia requiere soluciones de emergenciaâ, comentaban en los pasillos de la Secretaría de Agricultura en esta última semana. En el mercado granario ya dan por sentado que se viene alguna medida extrema. Se habla de la posibilidad de que se cuotifique las exportaciones. También se habló de la aplicación de la ley de abastecimiento, para que los acopios y productores vendan el trigo a la molinería, que como señala en estas mismas páginas el directivo del Molino Carhué, no aparece por ningún lado. El peligro es que la gran oportunidad que significa el mercado externo se vuelva como un búmeran contra el productor agropecuario.
Javier Preciado Patiño
jpatiño@infocampo.com.ar
