El objetivo por el cual realizaron estas normas es el de “preservar la biodiversidad y detener el deterioro del medio ambiente”, según informó Karmenu Vellas ,el comisario europeo de Medio Ambiente , Asuntos Marítimos y Pesca.
Especialistas aseguran que el declive de un tercio de la población mundial de abejas y mariposas y el peligro de extinción de estos insectos es alarmante ya que “los polinizadores son un indicador excelente de la salud del ecosistema: si no van bien, sabemos que la biodiversidad no va bien, y eso es una mala noticia”, indicó Vellas en Bruselas, según un reporte de Europa Press.
El peligro de extinción de los polinizadores también fue advertido por la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas, y revertir su declive es uno de los objetivos acordados en 2015 en París por 195 países, entre los que se encuentra Argentina.
Recordemos que por el mes de marzo, en Córdoba murieron 75 millones de abejas.
Para cumplir los objetivos, una de las medidas adoptadas por la Unión Europea es la prohibición de tres insecticidas neonicotinoides. Dos de estos son de Bayer y el otro es de Syngenta, y se usan en el maíz, la colza, el algodón y el girasol.
Otra cuestión problemática para las abejas es su oferta floral. El cambio de floración vegetal puede terminar “desorientándolas”.
Normas
Las normas que se pondrán próximamente en ejecución establecen, en primera instancia, un sistema más complejo y riguroso de supervisión, control y evaluación que arroje datos precisos sobre la vida de las mariposas y abejas, así como también controlar la cantidad de pesticidas.
También plantea el abordaje de las causas que amenazan los hábitats, para establecer métodos de gestión y conservación, así como incentivar que empresas agroalimentarias luchen por la supervivencia de las especies, y divulgar contenidos educativos.
