En Foz do Iguazú, Brasil, se está desarrollando una nueva edición del Congreso Mercosoja 2022. Y uno de los paneles destacados fue el de la periodista y economista Roberta Paffaro, del Chicago Mercantile Exchange (CME) Group, que habló sobre las novedades y tendencias en el mercado mundial de la oleaginosa.
Allí sorprendió al hablar sobre el crecimiento de la soja “orgánica”: viene siendo tan grande que afirmó que la Bolsa de Chicago está evaluando incorporar algún tipo de referencia de precio para este cultivo que se produce de manera diferencial (sin uso de agroquímicos).
“Con la pandemia hubo un cambio muy grande en términos de producción y la gente comenzó a prestar más atención a la alimentación. La soja orgánica está creciendo bastante y en la Bolsa de Chicago se está estudiando, porque no hay ninguna previsión de un contrato de futuro para tener una referencia de precio”, mencionó Paffaro durante su disertación.
El caso de Estados Unidos es testigo: en 2021 se certificaron 9,1 millones de hectáreas de producción “orgánica” de maíz y soja, lo que implica un crecimiento del 123% desde 2008. Además, indicó que la importación de granos orgánicos se duplicó en los últimos cinco años.
¿UN NUEVO MERCADO GLOBAL PARA LA SOJA?
¿Tendremos que producir soja orgánica? ¿Será un nuevo mercado? Esas preguntas se hizo Paffaro y la respuesta fue: “Deberíamos mirar lo que pasa en Estados Unidos y en Europa, donde también es una tendencia. Se habla de seguridad alimentaria, sustentabilidad con una certificación y que el productor sea remunerado por ese servicio ambiental”.
“El mundo está en una transición y por esta razón hay muchas innovaciones y demandas nuevas surgiendo, y hay que ver cómo nos vamos a reinventar y lo que vamos recibir por eso. Hay que buscar un camino”, enfatizó.
LA EXPERIENCIA DE BRASIL
Por otro lado, en línea con lo expresado por Paffaro, la directora del Departamento de Producción Sustentable e Irrigación del Ministerio de Agricultura de Brasil, Fabiana Villa Alves, relató los detalles de un programa que viene creciendo sin freno en ese país: el Plan ABC (Agricultura Baja en Carbono).
“Tenemos grandes oportunidades en soja y carne sobre bases sustentables. En 2020 comenzamos a trabajar con soja de bajo carbono y ahora hay otros productos de bajo carbono y carbono neutro como café y caña, por ejemplo”, señaló.
También destacó que esta iniciativa “no es de un Gobierno, sino del Estado”, porque ya pasaron varios gobiernos y sigue firme. “El Plan ABC es la política más grande a nivel mundial de sustentabilidad para el sector agropecuario que está impulsando Brasil. Comenzó en 2010 y ahora está en su segunda etapa. Son 12 políticas públicas abarcando la sustentabilidad”, resumió.
Desde su punto de vista, “es un camino sin vuelta”, porque “hay 30 billones de dólares disponibles en fondos privados verdes”.
“Son accionistas e inversores dispuestos a financiar para colocar recursos en empresas que tengan criterios claros. En soja tenemos ventajas reputacionales. Mostramos que Brasil tiene siembra directa, atracción de inversiones verdes, mitigación de riesgos y nuevas oportunidades y últimamente, la adhesión a las metas y compromisos mundiales”, destacó.
LEYES
En Brasil cuentan con protocolos públicos y privados (soja orgánica, soja sustentable, soja bajo carbono) y estándares mínimos de conformidad a través de la legislación vigente.
Luego mencionó que generar reglas significa desarrollar un activo que puede ser carbono, agua, biodiversidad o sustentabilidad, luego el instrumento para medir indicadores, índices y con qué se van a hacer esas herramientas. Así, hizo referencia a que en ganadería cuentan con cuero carbono neutro y carne bajo carbono, que son un ejemplo mundial. Asimismo, el Estado Mato Grosso do Sul creó un Estado Carbono Neutro y tiene acciones en la soja, carne o caña de azúcar.
“Tenemos sistemas productivos de soja con bioinsumos de diferentes tipos para la reducción de los fertilizantes nitrogenados”, añadió.
NUEVAS METAS DEL PLAN ABC+
En octubre de 2020, se lanzó ABC+ con nuevas metas y tecnologías revisadas. Los objetivos son 72,68 millones de hectáreas, 208,40 millones de metros cúbicos de residuos tratados y cinco millones adicionales de animales confinados en terminación intensiva.
- 30 millones de has de pasturas recuperadas,
- 12,5 millones de has con siembra directa bien hecha,
- 10,10 millones de has de sistemas integrados con combinaciones,
- 4 millones de has de bosques implantados,
- 13 millones de has con bioinsumos, con promotores de crecimiento, fijadores de nitrógeno, etc.,
- 208,40 millones de efluentes de animales tratados,
- 3 millones de has de sistemas de riego como grandes mitigadores y promotores seguridad alimentaria,
- 5 millones de animales más con terminación intensiva en confinamiento.
Estas metas fueron construidas con grupos de trabajo, convocando a investigadores de Embrapa, la sociedad civil y las asociaciones. “Son metas factibles que traen desafíos. Hasta 2030 son mil millones de toneladas equivalentes de mitigación de Carbono”, detalló Villa Alves.
Y remató: “El gran objetivo del ABC+ es conseguir sistemas agropecuarios más sustentables, más resilientes y, por lo tanto, más competitivos”.
