Cuando hablamos del Noroeste Argentino (NOA) la situación se repite. Aproximadamente el 90% de la producción de granos regional se hace a través de siembra directa, lo que indica que el NOA es la zona del país con mayor adaptación del país. En el caso de Tucumán, la inserción oscila entre el 90% y el 95%. Esto ha permitido que la Argentina se haya convertido en el referente mundial en siembra directa, a partir de los importantes logros que alcanzó. La técnica ha concitado el interés de productos de diversas partes del mundo, como España y los EE.UU.
“La siembra directa beneficia la economía en el uso del agua y mejora las condiciones de almacenamiento del recurso agua. Por eso, y para el NOA, la siembra directa es una excelente práctica agropecuaria, frente a las condiciones climáticas de sequía que viene enfrentando desde hace varios años”, opinó Juan Carlos Morales, presidente de la Regional Tucumán de AAPRESID. En materia de granos existe una relación ideal que los productores deberían tratar de cumplir, para mantener un sistema sustentable y productivo.
Esa relación sugiere que el 75% de la superficie debería estar cubierta con soja y entre el 20% y el 25% con maíz, tomando al maíz como el grano que debería rotar con la soja.
En el caso de Tucumán esa relación es 90% (soja) y 10% (maíz), respectivamente. Además de estas recomendaciones, Morales se refirió a la importancia que tiene hacer rotaciones de cultivos en los campos.
“Rotando los cultivos logramos extraer los máximos beneficios que significa la siembra directa”, consideró.
Daniel Vaca – Corresponsal de Infocampo en Tucumán
