La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) advirtió por un “fuerte impacto de la sequía en la actividad inmobiliaria rural”.
Así lo expresó al difundir el primer índice de actividad sectorial (Incair) del 2023, que reflejó una caída del 15,75% en relación a diciembre, y se ubicó en uno de los peores niveles desde el piso de fines de 2019 y comienzos de 2020.
Según la CAIR, el valor de enero estuvo “afectado por la estacionalidad estival, habitual durante este período”, pero a eso se sumó que “la fuerte sequía en casi todo el país continuó impactando directamente en la actividad”.
Además, “la situación política y económica sigue sin un rumbo claro, lo que incide directamente en la toma de decisiones al momento de vender o comprar un campo”, completó la Cámara.
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