La cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires dio a conocer un informe sobre la situación del fenómeno La Niña el cual se expresaría hasta fin de año de manera modera a intensa, y que según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) al momento existe un 90% de probabilidades de que persista hasta finales de 2020, y un 55% de que lo haga hasta el primer trimestre de 2021.
Para Adela Veliz, docente de la cátedra “La Niña es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical: los vientos, la presión y las precipitaciones. En general, tiene efectos en el tiempo y el clima contrarios a los de El Niño, que es la fase cálida del fenómeno denominado El Niño-Oscilación del Sur (ENOS)”.
“Es probable que durante el actual episodio de la fase fría del ENOS —es decir, La Niña 2020— en gran parte del Cono Sur ocurran precipitaciones inferiores a lo normal. En la Argentina, según información que brinda el Servicio Meteorológico Nacional, este año 2020 se ha reportado como el año más seco desde 1961, mientras que el mes de octubre resultó el más seco históricamente desde el ‘61”, comentó Veliz al Servicio de Prensa y Divulgación Científica y Tecnología SLT-FAUBA.
El agravante en este caso es que “si bien se ha consolidado el enfriamiento en el Pacifico ecuatorial, se está sosteniendo el calentamiento en el Océano Atlántico a lo largo de la costa del sur de Sudamérica. Ese calentamiento que se observa en el sur de Brasil es muy importante para la Argentina porque implica que seguirá habiendo ingreso de aire húmedo desde el norte”, señaló la especialista.
De todas formas, Veliz aseguró a SLT-FAUBA que “estas lluvias nos dan una pauta de que los fenómenos de escala regional pueden atenuar o potenciar el efecto de La Niña en nuestra región. Estos episodios de lluvia han cambiado significativamente el contenido de agua del suelo en pleno inicio de la campaña gruesa, especialmente en el este de la Región Pampeana”.