La temporada de soja 2004/2005 en Sudamérica no se inicia con buenas condiciones, debido a la importante y pronunciada sequía que afecta las principales zonas productivas desde hace un mes.
En la Argentina, la situación de falta de humedad es muy crítica en el norte del país, con temperaturas superiores y lluvias inferiores a los niveles normales en el Chaco, Santiago del Estero y el norte de Santa Fe.
Este contexto ya había perjudicado la siembra de girasol, advirtió un informe de Granos del Paraná.
Pero la seca no se circunscribe a estas regiones, sino que también se hizo presente en buena parte de Entre Ríos y en el centro y norte de Córdoba, alterando las tareas de preparación del suelo para la campaña sojera.
Según la calificación de humedad dada a conocer por la Secretaría de Agricultura nacional en su último informe oficial del 10 de septiembre, “se calificaban con problemas de sequía todas las jurisdicciones del norte del país en donde en la temporada 2003/2004 se implantaron 2,2 millones de hectáreas de soja de primera, como también el 1,5 millón de hectáreas de la provincia de Santa Fe, 740.000 hectáreas en Córdoba y 320.000 en Entre Ríos”.
La consultora destacó que las zonas que actualmente enfrentan condiciones de sequía de diferente intensidad involucraron en la campaña 2003/2004 a alrededor de 4,7 millones de hectáreas de soja, cifra que representa 30% del área implantada con la oleaginosa en esa campaña.
“Claramente, aún se dispone de tiempo para revertir este contexto hídrico antes del inicio de la siembra y, más aún, hasta el comienzo del cultivo de segunda”, señaló el trabajo de Granos del Paraná, otorgando algo de alivio a los agricultores.
Los pronósticos de producción de soja 2004/2005 elaborados por agencias o consultoras internacionales varían entre los 37 millones de toneladas previstos por el Oil-World y los 39 millones de toneladas estimados por el USDA.
Localmente, en tanto, no existe aún una tendencia definida en cuanto a la siembra, ya que si bien las intenciones previas son compatibles con muy escaso movimiento en el área, la evolución de las condiciones climáticas en las próximas semanas puede afectar de diferentes formas a la soja.
Por lo antepuesto, la siembra podría incrementarse por el desplazamiento no deseado de otros cultivos, debido a la actual falta de humedad y considerando que la soja es el último grano en cultivarse, o reducirse si persiste el clima seco hasta el verano.
Brasil, retrasado
En Brasil se encuentran retrasadas las siembras de soja de primera en los estados de Mato Grosso y Goias, en el centro-norte del país, en tanto que en la región sur la situación es muy complicada para Río Grande, donde se pronostica clima seco por lo menos hasta el 19 de septiembre.
Como panorama general, los informes muestran que se registraron escasas lluvias durante los pasados cuarenta a sesenta días en la mayor parte de la zona sojera brasileña, por lo cual la base hídrica es pobre y urgirán las precipitaciones en las próximas cuatro semanas.
Es importante destacar que el estado de Mato Grosso es el principal productor sojero del país, con una superficie sembrada que en la temporada pasada alcanzó a 24% del total.
Las perspectivas de producción brasileña 2004/2005 comienzan a ubicarse sensiblemente por debajo de los 66 millones de toneladas estimados por el USDA.
Las últimas proyecciones oficiales en Brasil se ubican en los 60 millones de toneladas, pero asumiendo condiciones climáticas normales en la temporada.
Por su parte, la consultora internacional Oil-Wolrd no difirió demasiado al estimar 61 millones.
Según esta consultora, en agosto del 2005 los stocks de soja en Brasil se elevarían a 22,2 millones de toneladas, frente a los 17,95 millones calculados para agosto del 2004.
El clima, entonces, será el responsable de establecer los tiempos para la siembra del grueso de la soja mundial.