Luego de que se conociera la noticia de que el Senasa dejó de cobrar en efectivo y por cheques a partir de este lunes 4 de diciembre, productores agropecuarios salieron a rechazar la medida y lanzaron fuertes críticas.
Tal es el caso de la Sociedad Rural de Misiones, que emitió un comunicado en el que aseguró que la decisión del organismo “generó un caos” y que afectará “de manera directa a los pequeños productores”.
“A partir de este lunes y de manera repentina el Servicio Nacional de Seguridad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), modificó sin previo aviso el proceso de emisión de DTE (documento de tránsito de ganado), no aceptando más el pago en efectivo para este y ningún otro trámite, generando un caos en el proceso de emisión de este documento que es obligatorio para todo movimiento de ganado, afectando de manera directa (otra vez) a los pequeños productores misioneros”, arrancó la carta.
Y siguió con las declaraciones de Pablo Cáceres, presidente de la entidad, quien manifestó que “nuevamente se demuestra que las decisiones tomadas en la Capital Federal son arbitrarias, sin conocer la realidad de las economías regionales y, en especial de nuestra provincia, que por su estructura, basa su economía fundamentalmente en pequeños productores los que, en el sector ganadero representa cerca del 80%”.
“Es que de acuerdo a esta resolución, los productores que no tengan una CBU asociada al sistema electrónico del SENASA, tendrán que concurrir a la oficina local a iniciar el trámite, y luego con la boleta de pago concurrir al Banco Nación o a un Rapipago a abonar la misma para, posteriormente, con dicha constancia de pago, nuevamente ir a la oficina del SENASA para retirar la documentación correspondiente y poder así habilitar el traslado de animales”, se quejó.
En ese sentido, Cáceres sostuvo que “evidentemente es un desconocimiento de la realidad, más aún del productor de Misiones, volviendo al sistema por demás engorros, lo que en definitiva va a propiciar un mayor comercio ilegal de carne, mayor faena clandestina y, por ende, implicará un menor control del SENASA y un mayor riesgo sanitario”.
Por último, el dirigente recalcó que todo esto se da en el marco de un “proceso de una feroz restricción presupuestaria del SENASA, donde las oficinas locales no pagan sus alquileres, donde los jefes y responsables del organismo no tienen dinero para cumplir sus funciones, ya que ni siquiera tienen combustible para las camionetas oficiales, por lo que en vez de contribuir al sistema, se le genera una mayor restricción para recaudar y controlar”.