La producción de leche en febrero fue de 805 millones de litros, lo que significó una caída del 15,7% con respecto a enero y del 1,3% en comparación con el mismo mes de 2022.
De esta manera, los tambos retomaron la senda bajista, tras un enero que había sorprendido con un repunte que fue solo coyuntural.
El resultado es que en el primer bimestre de 2023, el volumen producido por los tambos argentinos llegó a 1.760 millones de litros, 1,2% por encima del año pasado.
El Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) consideró que el principal motivo radica en la sequía, que afectó a la mayoría de las cuencas lecheras. También influyó la incidencia de los costos productivos, sobre todos en concentrados.
“La fuerza inercial que trae la producción de 2022 seguramente se desacelere en los próximos meses y tengamos valores negativos importantes en el segundo y tercer trimestre de este año”, advirtieron.
Un dato a tener en cuenta es que, si bien en enero la caída fue menor a lo esperado, en febrero el retroceso intermensual fue mayor a la media histórica, que suele ubicarse sobre el 7%. “Seguramente esto se repita en marzo por los efectos sequía y cuestiones vinculadas a la economía”, consideraron.
El ciclo productivo de esta actividad -desde el pico de máxima en octubre- suele caer a una tasa del 5% mensual hasta marzo y abril y luego comienza un nuevo repunte hacia octubre.
CADA VEZ EN MENOS MANOS
Este año, el proceso de concentración de la producción sigue a paso firme. Según el OCLA, los casi 400 tambos con un volumen superior a los 10.000 litros diarios representaron en febrero el 23,6% de la producción total. Esto es un 30% más que lo que aportaron los casi 5.400 tambos de menos de 2.000 litros diarios y que fueron el 54,2% de los tambos totales, que representaron el 18,7% de la producción nacional.
Entre 2010 y 2022, los establecimientos de menos de 2.000 litros de producción diaria redujeron más de un 30% su importancia relativa en la producción de leche total. En la vereda opuesta, los tambos de más de 10.000 litros diarios de producción, multiplicaron casi por cinco su participación en la producción.