Infocampo da a conocer cómo es la implantación de frutillas en la Patagonia mediante un informe del INTA de la Estación Experimental Agropecuaria Alto Valle, donde la actividad consigue cada vez más rentabilidad y suma más productores.
Sistemas de producción
En Patagonia sur, el cultivo manifiesta un comportamiento productivo óptimo, bajo condiciones de forzado, (túneles e invernáculos), mientras que en el norte de la Patagonia, puede implantarse directamente a campo. Debe implantarse en camellones con cinta de riego por goteo y acolchado de suelo.
Requerimientos térmicos
Es una especie de clima fresco aunque existen variedades para zonas cálidas. Las temperaturas óptimas diurnas están entre 15 y 18ºC (incluso, hasta 25ºC) y nocturnas entre 8 y 10°C.
Planificación del cultivo
A los efectos de realizar una buena planificación de las tareas se describen las principales labores en los dos primeros años de implantación del cultivo:
Preparación del terreno
El suelo suelto (de tipo franco arenoso) sería el adecuado para optimizar el crecimiento de la planta. Si el suelo es muy pesado (arcilloso) con poca capacidad de inlfiltración, se debe agregar algún material para acondicionarlo, por ejemplo turba, arena, estiércol, etc. Por el contrario, si es muy liviano (arenoso) con poca materia orgánica se debe agregar compost, abonos, turba, etc. Esta labor se puede realizar con rotocultivador, arado, rastra o pala y rastrillo en superficies pequeñas.
Implantación del cultivo
Se deberá colocar la cinta de riego y mulching. Una vez construido el camellón se coloca la cinta de riego en el medio del mismo (con goteros cada 10 cm). Luego se cubre con mulching plástico (de 35 a 50 micrones) de 1,30 metros de ancho.
Sobre el mulching se realizan las marcas de plantación que será a tresbolillo. Luego se procede a plantar. Es muy importante disponer de plantines de calidad, uniformidad de tamaños y de diámetro de corona mayor a 10 mm.
Labores culturales
Riego
Si bien existen fórmulas para ajustar los requerimientos hídricos de cada cultivo, se requieren datos que a veces el productor no los consigue, por ello a modo orientativo se dan algunos valores que se acercan a la demanda según condiciones del entorno:
Fertilización
Para una correcta fertilización se debe tener en cuenta el estado de crecimiento y de desarrollo del cultivo, más las condiciones del suelo y del agua. Como orientación se dan los kilogramos por hectárea de los nutrientes que se deberían aportar al suelo en el primer año de cultivo
Podas
El desarrollo que adquieren las plantas bajo cubierta es muy exuberante y la planta en fructicación emite un ramillete oral muy largo, lo que ocasiona que la fruta apoye en el suelo, desmejorando la calidad de los frutos; los estolones comienzan a enredarse entre las coronas y tratan de enraizar en cualquier lugar. A estos temas se debe prestar atención para no tener problemas de enfermedades y de manejo. Por eso, una vez realizada la plantación se debe ir manejando el follaje.
El exceso de vigor provoca un ambiente muy húmedo debajo de las hojas permitiendo la proliferación de hongos. En este momento es conveniente podar las hojas viejas o que queden sombreadas. A finales de la primavera con los días alargándose y con temperaturas elevadas comienzan a aparecer los estolones; que se deben eliminar, ya que el objetivo es la producción de fruta
Controles sanitarios
En Patagonia, las principales plagas que afectan al cultivo de frutillas son: pulgones, trips, babosas, teretas y gusanos. Si bien existe una amplia gama de productos para el control de las plagas, se recomienda realizar la consulta a su técnico, debido a que el tiempo de carencia de los productos en el fruto es muy variable
Cosecha
El momento de cosecha depende del destino de la fruta. Si es para consumo inmediato, se cosecha con el 100% del fruto rojo (brillante). Si el consumo no es inmediato, debido al transporte u otro motivo, se debe cosechar con un 50-75 % del fruto rojo.
La fruta debe recolectarse e inmediatamente colocarse en envases especiales con perforaciones que permitan la transpiración e impidan la generación de humedad que desmejorará la conservación del producto. Para conservar la fruta hasta 10 días se debe realizar un enfriamiento con aire forzado a 2°C y un 90% de humedad.