En la actualidad, el 70% de la producción nacional de arándanos “va a Estados Unidos y el 30% a Europa. La forma de salida que tiene es por vía aérea, el 98% de los envíos hasta la fecha están en ese orden”, explicó Pazos, para cuantificar que “durante la última campaña se enviaron 1590 t de producto fresco”.
Sin embargo, el empresario aclaró que como la producción local se realiza en contraestación con el norte, “a medida que se incrementan los volúmenes de producción eso hace que, en determinados meses, se genere cierto cuello de botella habida cuenta de la escasez de bodegas”.
Pazos especificó que las bodegas a menudo se completan con otros productos durante el año, y el arándano en particular la ocupa a partir de octubre, época de plena cosecha.
Ante este escenario, el referente del sector anunció que “se están haciendo estudios con algunas variedades, para evaluar la resistencia que tiene (la fruta) en atmósfera controlada, teniendo en cuenta que la fruta que va a Estados Unidos debe pasar también por (una fumigación con) bromuro de metilo, lo que también le resta vida útil al producto en la góndola”.
Los ensayos se están realizando mediante un convenio con la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires “y ahora tenemos los resultados como para saber a priori en qué determinadas condiciones podemos mandar ciertas variedades”.
Pazos puntualizó que existen diversas clases de arándanos, con una gran adaptabilidad a los distintos climas del país y aseguró que, fundamentalmente, el cultivo requiere de determinadas condiciones de suelo, un PH de entre 4,5 y 5,6, y condiciones de buena agua. Además, tolera temperaturas bajas, salvo en su época de floración.
Haciendo números
El titular de la Cámara de Productores de Arándanos comentó que la viabilidad del negocio está ligada a los costos de inicio: “siempre lo que se paga bien está asociado a un costo elevado”, aclaró para aquellos interesados en sumarse al abanico productivo.
“Los que quieran tomar esta iniciativa deben saber que requiere de un capital y de mano de obra intensiva, con una inversión realmente onerosa”, puntualizó Pazos.
En cuanto a la demanda, el ejecutivo declaró que por el momento existe una demanda sostenida.
Si bien “tenemos competidores dentro del hemisferio sur, entendemos que una buena promoción y campaña de apoyo para poder posicionar el arándano en los mercados externos nos va a permitir ganar una cuota de participación en la góndola”, concluyó.
