En este escenario, Fernández Palma destacó en Infocampo TV que “no puedo sustraerme a la realidad de que no son solamente números, es un esquema de sustentabilidad que se va a perder”.
En este sentido, consideró que si bien “el bien más preciado que tienen las exportaciones argentinas es la soja”, se trata de cultivar la soja, pero sucediendo al maíz; es decir, la soja dentro de un esquema de rotaciones con el maíz.
Fernández Palma sostuvo que un esquema de “soja, soja, soja” o de “soja, cada tanto un trigo y soja, soja, soja” constituyen la manera más clara de “destruir un cultivo, y de hacer reales todos esos terribles augurios de desertificación que se le genera a la soja”.
De esta manera, el especialista destacó que “nosotros tenemos que ver al maíz como un cultivo donde los márgenes son escasos, la presión fiscal es enorme y los mercados mundiales son altamente competitivos”.
Fernández Palma explicó que un productor norteamericano recibe, en concepto de lawn rape aproximadamente u$s 800 por hectárea, por una cosecha de 100 quintales.
Así, resaltó que “mientras un productor de 100 quintales en EE.UU. se va con u$s 800 en el bolsillo, un productor argentino, en campo alquilado, pierde con 100 quintales. Con campo propio, sale un número de equilibrio con 95 quintales”.
El especialista señaló que “es un esquema distinto, no es solamente economicista”.
Verónica Scornik
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