En agosto, la ocupación en los corrales de engorde cayó un 1,5%, de acuerdo a la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), y este menor ingreso de hacienda podría actuar como una presión extra para los aumentos en los precios de la carne.
Además, el reacomodamiento en los valores de la hacienda sigue impactando en los márgenes rentables de la actividad, que empeoraron en el último mes.
Para Fernando Storni, presidente de la entidad, de todos modos este bajo nivel de movimiento es lógico para esta parte del año. “En julio salieron cerca de 500.000 cabezas de los corrales y en agosto fueron unas 438.000”, calculó.
Un punto a tener en cuenta es cuál será el impacto de esta menor oferta en los precios de la carne. A partir de la devaluación post-PASO, la hacienda de consumo pasó de $680 el kilo vivo a casi $1.000 el kilo y los mostradores acusaron el impacto.
Esta situación se reflejó en el último índice de inflación publicado por el Gobierno, que fue de 12,4%, con un 15,6% en los alimentos, y en donde la carne vacuna tuvo una fuerte incidencia, con aumentos en las pizarras de las carnicerías que superaron el 30%.
¿MÁS AUMENTOS EN LOS PRECIOS DE LA CARNE?
“Entendemos que en algún momento se tiene que generar una nueva tensión sobre el precio del gordo, con una oferta de carne proviene de los corrales, que todavía están los coletazos de la sequía”, sentenció Storni.
El titular de la CAF explicó que los corrales comienzan a vaciarse y que la oferta de hacienda en algún momento registrará un retroceso.
“Esto generará una tracción en los precios y habrá que ver en qué medida sucece. El mostrador pondrá el ritmo como sucedió ahora, que tras la suba del gordo se reacomodó con algún retroceso”, analizó.
El informe de la cámara también reflejó el impacto que este escenario generó en la rentabilidad de los feedloteros, que en los últimos meses se mueve siempre en terreno negativo.
PÉRDIDAS POR CABEZA
El cálculo de la CAF para el margen bruto por cabeza engordada -incluyendo costo financiero- pasó de $51.683 negativos a $78.553.
Estos números corresponden a un gordo de $820 y una invernada a $880. “La relación compra-venta tuvo resultados positivos hasta julio, con un precio que hasta ese momento estaba muy atrasado”, concluyó.